La sentencia sobre el llamado caso de «La Manada», la violación múltiple que sufrió una joven durante los Sanfermines de 2016, ha desatado miles de reacciones de indignación en contra de una resolución que califica los hechos como un delito de abusos sexuales y no como agresión sexual.

València no iba a ser una excepción y unas 5.000 personas salieron a la calle, concentrándose en la plaza del Ayuntamiento de València y ante la Delegación del Gobierno, en un acto convocado a través de redes sociales, como muestra de apoyo a la víctima. «La Manada somos nosotras», podía leerse en una de sus pancartas.

En la Audiencia Provincial de València existe un antecedente reciente con una sentencia que condena también por un delito de abusos sexuales a tres jóvenes por otra violación grupal en el valenciano barrio de Orriols. En este caso, tal como adelantó Levante-EMV, la Sección Segunda les impuso una pena de ocho años de cárcel a dos de ellos por un delito continuado y cinco años al tercero, tras considerar acreditado que se aprovecharon de su estado de «aturdimiento y desorientación» después de verter algún tipo de sustancia en su bebida.

Al igual que en la sentencia de la Audiencia de Pamplona, con el Código Penal en la mano, los magistrados entendieron que los hechos ocurridos en junio de 2012 no podían ser considerados de agresión sexual al no mediar violencia o intimidación cuando se llevaron a su víctima desde la discoteca al piso donde abusaron de ella repetidamente.

El fallo de La Manada, dada su repercusión mediática, hizo que ayer numerosos cargos públicos secundaran la concentración. Entre ellos se encontraba la vicepresidenta del Consell y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra; la portavoz municipal socialista, Sandra Gómez; el portavoz de Podem en las Corts, Antonio Estañ; y el concejal de Cultura, Pere Fuset.

Unas 5.000 personas, según fuentes de Delegación del Gobierno, asistieron a la concentración, en su mayoría mujeres, con camisetas y banderas de color morado junto a pancartas con lemas como: «Tranquila, hermana, aquí está tu manada», «Yo sí te creo», «No es abuso, es violación», y «Si toquen a una, ens toquen a totes».

Entre las demandas de los manifestantes estaba la inhabilitación del magistrado que emitió un voto particular donde solicitaba la absolución de los acusados.

«Vivimos en una sociedad que todavía les exige a las mujeres que para que haya violación, poco menos que tienen que arriesgar su vida», criticó Oltra. «La sentencia pone de manifiesto la distancia que hay entre muchas instituciones y la sociedad», añadió Estañ.