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Encuesta

El chalé de Iglesias descoloca a Podemos

La mayoría de cargos nacionales opta por la adhesión al líder pero la crítica interna es altísima entre los diputados de las Corts

El clima de tensión, de división interna e incluso de incertidumbre respecto al futuro de Podemos alcanza estos días unos límites que no se recuerdan en la breve historia del partido. Justo cuando la moción de censura a Rajoy parece abrirse camino, bases y cargos de Podemos afrontan un plebiscito sobre el chalé de su líder. En el contexto político actual el partido parece quedar descolocado.

De los 22 cargos con los que Levante-EMV ha hablado, nueve (casi la mitad) muestran dudas o anuncian ya que no votarán en el plebiscito. Una cifra que señala a las claras el malestar que genera la decisión de Iglesias y Montero, cuyo futuro se resolverá mañana.

Valga un ejemplo. De los 12 diputados que Podemos tiene en las Corts Valencianes solo dos anuncian claramente que votarán «sí» la continuidad. Son Antonio Estañ, secretario general, y Jordi Alamán, el único pablista del grupo.

Pero los otros diez o no se pronuncia, hablan de fricción interna o deslizan malestar con la decisión de sus líderes. La mayoría no entiende que haya que movilizar a las bases para decidir algo así.

Pero la percepción de la consulta en la esfera más próxima a la dirección de Podemos en Madrid es otra. Los valencianos con escaño en el Congreso y en el Senado tienen clara la continuidad de Iglesias y Montero y no muestran recelo por decir el sentido de su voto públicamente. Es otra dimensión y las relaciones son más estrechas con la cúpula. La defensa a la privacidad de Iglesias y Montero es la bandera de los diputados nacionales. La mayoría se cuestiona si la sociedad tiene la potestad de atropellar «el derecho al bienestar a una familia» que decide comprar una casa, apuntan varios.

El concepto «decisión personal» aparece en gran parte de los argumentos. Con el debate servido desde hace más de una semana, los hay que votarán sí por acelerar la resolución de lo que consideran una «cortina de humo» que tapa el trabajo que se realiza día a día en las instituciones. Otros apuntan a la «oportunidad» para reflexionar sobre la estructura orgánica. ¿Dónde está el límite de la democracia participativa en Podemos? Los diputados Josep Almería o David Torres ya anuncian que no votarán por considerar que el chalé es una cuestión privada. El diputado nacional Txema Rodríguez lo ve diferente: «En Podemos los asuntos públicos los resolvemos votando, y yo votaré sí».

Algunos diputados prefieren no revelar el sentido del voto como Rosana Pastor o Ángela Ballester. Ostentan un escaño en el Congreso que compaginan con el cargo orgánico en el partido. Sin embargo, de sus declaraciones se evidencia que prefieren la continuidad. Llum Quiñonero prefiere no hablar del tema y Daniel Geffner o César Jiménez no se pronuncian.

También hay lugar para la autocrítica. Berto Jaramillo cree que se ahonda en la tensión interna y se alarga el debate externo de una decisión personal. Beatriu Gascó alerta de una brecha en el partido. Las dudas son máximas.

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