Jordi Garcés no para. El catedrático de la Universitat de València, fundador y director del Instituto de Investigación Polibienestar desde 1996, admite que le motivan los retos. Ahora asume uno (Geomett) que puede cambiar el futuro de los 22 países que conforman la Cuenca Mediterránea. Y lo hace con ilusión y por convicción.
¿Cómo puede Geomett ayudar a mejorar la calidad de vida?
No todo es economía. Si los mercados funcionan pero las políticas públicas no? ahí hay algo que queda desequilibrado. Y nosotros podemos ayudar mucho. Este es un momento de transición, en muchos aspectos. Desde el déficit en los procesos democráticos en los países de la orilla sur hasta la transformación de los recursos energéticos (para pasar de los fósiles a las energías limpias), pasando por la búsqueda de talento para capacitar a líderes que puedan crear estructuras de impacto en sus propios países. Es decir, nos centramos en cosas que tengan un impacto real.
De todos los retos del Mediterráneo... ¿en qué punto puede ser más útil Geomett?
En el envejecimiento de la población europea. La UE tiene 1,52 hijos por mujer. El reemplazo generacional es de 2,1 hijos. Hay un crecimiento negativo de la población. Y esto va a afectar a las pensiones al haber cada vez menos cotizantes. Una de las pocas opciones que hay -otra es incentivar la natalidad- es que la comisión europea posibilite flujos migratorios más flexibles, pero con políticas directas de integración porque eso va a tener importantes ganancias para los países que conforman la UE. Eso y la eliminación de las causas que originan las migraciones. Si tú integras pero no devuelves parte de los recursos a los países de origen para eliminar las causas que originan las migraciones (la pobreza, el deterioro medioambiental, la corrupción, las guerras...) no se soluciona nada. Es decir, hay que hacer una lucha de control, pero al mismo tiempo tienes que hacer una política de integración y de eliminación de causas que originan las migraciones. ¿Cómo vamos a pagar las pensiones en el futuro si no es con personas migrantes de la UE? Ahí esta el gran reto de la política de la comisión europea y lo tienen que hacer bien. Es decir, los que tienen que ayudar a Francia, a Alemania, a España... al país que sea... pasarán por el Mediterráneo.
Pues está ocurriendo todo lo contrario?
Es cierto porque en este momento las políticas son más de control. Pero realmente la comisión europea debe formular regulaciones más flexibles de flujos migratorios para poder dar solucionar al envejecimiento de la población europea. Y es un problema real. Ya no va a haber más «baby boom» en Europa. No va a haber eclosión de nacimientos. Eso no va a ocurrir.
Pero Europa no mira al futuro... mira al presente sin la visión a largo plazo que usted plantea...
Claro, pero mira, cuando el mercado levante la mano y diga que no tiene trabajadores... será uno de los tractores que implicará una integración formativa de inmigrantes para poder dar solución. Las políticas públicas en vez de ir detrás de las necesidades del mercado deberían ir delante. Y con datos.
Buscan un impacto real, pero ¿qué hace falta para que la políticas públicas pasen del diseño a la implementación?
Pues valentía por parte de quienes dirigen las administraciones y valentía por parte de la política. El objetivo es que la política sepa que tiene que cambiar cosas, y que lo sepa con datos e informes, y con la evidencia empírica de que va a pasar esto o lo otro.
¿Qué le falta a la UE?
Lo que le falta a la Unión Europea es más política? Si queremos tener una UE tenemos que tener acuerdos en cuanto a fiscalidad, acuerdos de regulación bancaria, acuerdos de regulación medioambiental y también de políticas migratorias y de bienestar social. Y yo siempre digo que Europa? o será social o no será. Porque solo si haces políticas de bienestar social aumentarás el grado de identificación que tienen los individuos con el Estado, en este caso, con una macroárea económica importantísima en el mundo, que es la UE.
