No es bueno empezar una andadura política pisando callos. Tampoco obviando los asuntos importantes. Algo así debió pensar el nuevo delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, el socialista Juan Carlos Fulgencio, al encarar su primer discurso de calado, el de toma de posesión.

El policía local de profesión (ejercía de intendente en València) y secretario general del PSPV en l'Horta Nord abordó el tema central de la agenda del Consell del Botànic, la necesidad de cambiar el modelo de financiación autonómica, que perjudica a la C. Valenciana porque «no tiene en cuenta diversos factores determinantes», dijo.

Pero pidió evitar precipitaciones, con lo que esquivó polemizar con el Ejecutivo central, al que representa. El nuevo presidente, Pedro Sánchez, ha dicho que no habrá reforma del sistema en esta legislatura, aunque sí mejoras transitorias.

Fulgencio, en la línea de lo expresado por el ministro José Luis Ábalos (político a cuya lado siempre ha estado), afirmó que los cambios se deben abordar «con un mínimo de sosiego y de preparación técnica».

El Gobierno planificará la agenda de un nuevo modelo de financiación, «fruto de un acuerdo amplio», dijo, porque prisas y falta de consenso llevarían a errores.

La lucha contra la violencia machista y el apoyo a los municipios fueron los otros ejes de su discurso, en el que diálogo y consenso fueron los conceptos más reiterados. Con esas cartas se presenta.

«Frente a la confrontación, mi apuesta es el trabajo codo con codo», destacó también. La frase adquiere especial relevancia si se tiene en cuenta el pasado reciente, que es el de la conflictividad del Gobierno central con el valenciano en forma de una veintena de actuaciones (incluyendo recursos al Tribunal Constitucional) contra leyes del Botànic.

Fulgencio no se presentó en el convento de Santo Domingo, donde lo hizo su predecesor, Juan Carlos Moragues (existe una iniciativa del Consell para desmilitarizar el recinto y recuperarlo). Optó por un edificio laico: el Paraninfo de la Universitat de València.

La rectora, Mavi Mestre, ejerció de anfitriona en una sala llena de familiares, alcaldes, militantes socialistas, diputados y cargos públicos, encabezados por el presidente de las Corts, Enric Morera; la consellera Gabriela Bravo (también estuvo Manuel Alcaraz) y el presidente de la diputación, Jorge Rodríguez.

No hubo ministros ni estuvieron el presidente valenciano y líder del PSPV, Ximo Puig (en Bruselas), ni la vicepresidenta, Mónica Oltra. Fulgencio, que aún no ha nombrado subdelegados, le restó importancia: «Puig ha estado excelentemente representado», zanjó.