Más de 52.000 valencianos están tratando actualmente su hipertensión con alguno de los cien medicamentos que están siendo retirados del mercado por contener una impureza que podría ser potencialmente cancerígena. Estas son las cifras que baraja la Conselleria de Sanidad (52.336 pacientes en concreto a los que se les ha dispensado alguno de los fármacos afectados) y que dan idea de la dimensión de una alerta sanitaria que ha salpicado a España pero también a varios países europeos.

El Ministerio de Sanidad, a través de la Agencia Europea del Medicamento (Aemps), ordenó ayer la retirada de los envases después de que se detectara «un defecto de calidad» en la fabricación del principio activo de estos fármacos (el valsartán) en un laboratorio de China, que después era distribuido a 17 farmacéuticas.

La alerta se ha lanzado ya de forma global y las autoridades han anunciado que ahora retirarán del mercado los envases de todos los lotes afectados «tanto de las oficinas de farmacia, como en la distribución farmacéutica y en los hospitales», pero falta el extremo de la cadena: los pacientes.

Los especialistas insisten en que no se debe abandonar el tratamiento de golpe por los riesgos cardiovasculares que conlleva y que hay que acudir al médico para solicitar un fármaco sustitutivo, que los hay. Ellos eran ayer los primeros en evaluar que la alerta lanzada por el Ministerio de Sanidad iba a afectar a muchas personas teniendo en cuenta que tener la tensión alta es una de las enfermedades más comunes entre la población valenciana (entre un 30 y un 40 % de los valencianos son hipertensos) y que el valsartán como fármaco para mantener a raya la tensión es uno «de los más usados», según explicó ayer el médico de Atención Primaria y presidente de la Sociedad Valenciana de Hipertensión, Francisco Valls.

«La mayoría de ese 30 % de hipertensos están medicados y de las familias de tratamientos que se utilizan, los ARA II (antagonistas del receptor de la angiotensina) que es al que pertenece el valsartán es de los más usados, por lo que tememos que los medicamentos en retirada están en muchos hogares», explica Valls.

Tras difundirse la retirada de los fármacos, ayer hubo ya pacientes que consultaron a sus médicos por la sustitución del tratamiento aunque, teniendo en cuenta el perfil de los usuarios, Valls conminó a las familias a ayudar a las personas mayores. «La hipertensión suele aparecer a partir de los 50 años pero en mayores de 65 y 70 años suele ser más prevalente, por lo que hay gran cantidad de personas mayores que ni se enterarán de la alerta y a las que habrá que avisar», razona.

«Sin que cunda el pánico»

Con todo, los expertos insisten en que «no debe cundir el pánico» ya que la retirada se ha decretado por seguridad y que la impureza detectada en el valsartán (la N-Nitrosodimetilamina -NDMA-) ha sido incluida por la OMS como sustancia probablemente carcinógena en el grupo 2A junto al DDT, el gas mostaza, pero también el consumo de carne roja, de fritos o de bebidas muy calientes.

En esta idea abundó el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Valencia, Jaime Giner. «Nadie puede pensar que va a tener un efecto dañino en su salud por estos fármacos porque los controles han funcionado y el problema no ha sido continuado en el tiempo», aseguró. Giner recordó además que, a pesar de estar afectados 117 presentaciones de las 229 que usan valsartán, «no son todos los lotes, por lo que hay gente que tenga medicamentos del mismo fabricante pero que no están afectados».

Los envases han sido retirados ya de las farmacias y los farmacéuticos han sido conminados a sustituir envases «incluso si han sido empezados para mayor tranquilidad» de los usuarios.