El gobierno peruano ha ingresado a Patricia Aguilar, la joven ilicitana captada por una secta hace un año y medio, en un Programa de Atención a Víctimas y Testigos, según ha informado el Ministerio Público a través de las redes sociales. En este programa también han ingresado las otras dos mujeres que fueron rescatadas junto a Patricia, tras detener al líder de la secta. Las tres mujeres prestaron ayer declaración ante la Fiscalía, que mantiene la acusación de trata de personas sobre el detenido, según han confirmado fuentes de la familia. Tanto las mujeres como los niños, y el bebé que Patricia Aguilar ha tenido con el líder de la agrupación, están recibiendo asistencia médica. "El bebé tenía picaduras de mosquitos por todo el cuerpo. La Policía nos ha trasladado que si no llegan a intervenir, podría haber muerto". Y es que Patricia, su bebé y los otros cuatro menores rescatados, vivían en una cuadra en mitad de la selva, en unas considiciones de salubridad "lamentables". De hecho, la familia ha apuntado a que Patricia posee una infección bacteriana de la que está siendo tratata.

Los menores, con edades inferiores a los diez años, eran explotados para trabajar el grano de café, que luego vendían en los mercados. El Ministerio de igualdad ha acogido la cuestudia de todos los menores, a excepción dle bebé de Patricia Aguilar, cuyos gfamiliares han confirmado que sigue con ella.

Alberto Aguilar, el padre de Patricia, pudo ver de lejos ayer a su hija, pero no han podio entablar conversación con su hija. Sí ha trascendido que no quiere volver a España, y que siguen defendiendo a Félix Steven Manrique, líder de la secta. Por tanto, la familia ha pedido que separen a las tres mujeres rescatadas, ya que siguen en contacto y "pueden consensuar una coartada, pues el vínculo de la secta es muy fuerte, y deberían separarlas para tratar de romper esa unión".

Desnutrida, con muy mal aspecto, en mitad de la selva en una zona conflictiva y con una hija que nadie sabía que tenía, y que nació el pasado 28 de mayo. Así fue rescatada en la noche del miércoles Patricia Aguilar, la joven ilicitana que desapareció hace un año y medio tras ser captada por una secta satánica peruana. En este país fue liberada por las autoridades estatales, gracias a una operación dirigida por la Fiscalía de Trata de Personas del país. El problema ahora pasa por conseguir salir de Perú. Patricia se encuentra en una situación irregular, ya que a afectos legales es una inmigrante sin papeles, y tener una hija de nacionalidad peruana complica aún más el caso, al tratarse de una menor. Por tanto, «aunque no sabemos muy bien cuáles son los trámites a seguir, pediremos amparo al juez para que pueda volver a España. Es cierto que está allí de forma irregular y el padre del bebé, el líder de la secta, es peruano, pero se podrá demostrar que se ha desentendido y los ha maltratado, y esperamos que vuelva pronto», apuntó ayer, Noelia Bru, portavoz de la familia y prima del padre de Patricia Aguilar.

La investigación que permitió liberar a la joven ilicitana se inició hace casi un año, según señaló ayer la familia de la chica, como fruto de la insistencia y las pesquisas previas que realizaron sus seres queridos. De hecho, el padre de la joven, Alberto Aguilar, viajó hasta Perú el pasado 7 de junio para acelerar la investigación, y estar presente en el momento en el que la joven fuera liberada.