La sección cuarta del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Comunitat Valenciana ha dictado un auto de medidas cautelares en el que obliga a ofertar la asignatura de Religión en el bloque de materias optativas específicas de segundo de Bachillerato. La resolución se deriva de un recurso contencioso-administrativo interpuesto contra el decreto de Bachillerato del Consell del Botànic por la Asociación Profesional de Profesores de Religión de Centros Estatales (Aprece).

El cumplimiento de la medida cautelar implica paralizar el decreto de Bachillerato del Consell del pasado 27 de abril y volver al anterior decreto de organización de esta etapa postobligatoria mediante el que la Generalitat del PP, el 5 de junio de 2015, adaptaba el Bachillerato de la Comunitat Valenciana a la Ley Orgánica de Mejora de la Educación (Lomce). Lo que sucede es que la Conselleria de Educación del PP, que entonces dirigía la consellera María José Català, tampoco incorporó la Religión.

Es decir, la interlocutoria de los magistrados del TSJ aboca a una situación cuanto menos complicada de cumplir pues ordena impartir Religión en 2.º de Bachillerato «manteniendo el sistema anterior», cuando nunca en la Comunitat se ha ofertado Religión en dicho curso. Así, el auto suspende cautelarmente el decreto de Bachillerato de 2018 en los términos siguientes: «Se deberá incluir la Religión en el segundo curso de Bachillerato manteniendo el sistema anterior».

La conselleria pide aclaraciones

La Conselleria de Educación destaca que «el cumplimiento de la medida cautelar implica volver a un sistema anterior al decreto de 2018 en el que no se ofertaba la Religión en segundo de Bachillerato». Por tanto, insisten desde el departamento del conseller Vicent Marzà, «ante la imposibilidad del cumplimiento de la medida establecida, la Administración tiene la opción de solicitar una aclaración al tribunal sobre esta cuestión». No obstante, pese a la solicitud de instrucciones para cumplir la medida cautelar, fuentes de la conselleria detallaron a Europa Press que este pasado martes han recurrido la resolución ante el TSJ «por estar en desacuerdo» con su contenido.

Además, la conselleria destaca que con el decreto de Bachillerato de 2018 en el primer curso de esta etapa «se ha producido un aumento de una hora en la carga lectiva, pasando de 2 a 3 horas semanales».

La Lomce deja en manos de las autonomías la regulación y la programación de la oferta educativa de las optativas específicas de 2.º de Bachillerato. Contempla hasta 15 materias a ofertar, entre las que los alumnos deben elegir un mínimo de dos y un máximo de tres. Entre estas 15 asignaturas, la Lomce incluye Religión, pero ni el anterior Consell del PP ni el actual de PSPV-Compromís la incorporaron al adaptar la normativa autonómica al nuevo marco de la ley orgánica.

El Tribunal Supremo emitió dos sentencias en marzo en las que obliga a la Junta de Extremadura a ofertar Religión en 2.º de Bachillerato. El TSJ extremeño ordenó a la Junta ofertar esta asignatura, pero el gobierno autonómico recurrió en casación al Supremo. El alto tribunal considera que, por los Acuerdos de 1979 entre España y la Santa Sede y por diversas leyes estatales, la asignatura de Religión tiene reconocida «su obligatoria oferta en todos los niveles de la educación», si bien su elección es voluntaria para los alumnos.