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Análisis

El PPCV "desconecta" en agosto y confía en una tregua

Los populares se dan un respiro y esperan que las aguas se calmen para encarar las elecciones

Tregua interna con el verano de por medio. La cúpula regional, que todavía sigue digiriendo la victoria de Pablo Casado en las primarias, quiere aprovechar las vacaciones estivales para que las aguas en el PP vuelvan a su cauce y tratar de mantener la calma interna de cara a las elecciones autonómicas. El núcleo duro de Bonig, que apostó en bloque por Santamaría, cree que no hay más camino que dejar atrás el congreso extraordinario y mirar al futuro. En este sentido, apuntan, en la línea con el discurso de Isabel Bonig este fin de semana en Gandia, de que el resultado de las urnas serán una prueba de fuego no sólo para lideresa, si no también para el propio Casado. Todos pueden ganar, o todos perder.

En este sentido, lo mejor, subrayan, es darse un respiro este mes de agosto para retomar el curso político con fuerzas y proyectando, en la medida de lo posible, una imagen de unidad. Tras unos días de gran tensión (la cena de la victoria en el cap i casal y el nombramiento de Vicente Betoret en Génova) parece que ambos bandos están dispuestos a rebajar el tono de enfrentamiento. Desde la dirección regional se entiende que, pese a la victoria de Casado, no deben haber cambio alguno en las estructuras, sobre todo, en la gestora de la provincia de València que preside Rubén Moreno.

El diputado ha sido uno de los grandes damnificados de esta guerra interna y lleva ausente desde el fin de semana en que se consumó el fracaso de Santamaría. Sin embargo, en el PPCV dan por hecho de que seguirá al frente. «Igual que Bonig no ha hecho cambios en la dirección del grupo parlamentario, no se entendería que nadie los forzara en la gestora», apuntaba un dirigente en alusión a posible movimientos de Betoret, diputado adjunto en las Corts. Un reflexión que evidencia que, aunque la voluntad es sellar la paz, las espadas siguen en alto. Así las cosas, el PPCV no tiene previsto convocar de forma inminente una junta directiva regional ya que creen que es mejor que se enfríen los ánimos. Habrá, como todos los años, un inicio de curso político y confían en que allí se produzca esa foto de unidad.

Con todo, no sólo el verano sino la lógica de un partido cuyos cargos y militantes están acostumbrados a la disciplina hace que muchos partidarios y partidarias de Sáenz de Santamaría (algunos incluso muy destacados) hayan hecho llegar a Génova su disposición a colaborar con el nuevo líder del PP.

De forma directa o vía sms, muchos de los que trabajaron a favor de la exvicepresidenta del Gobierno aseguran que no desean continuar en una batalla que, llegado el momento, podría dejarles sin acomodo en las listas electorales.

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