A veces pasa que los incendios forestales como el que la pasada semana arrasó más de 3.000 hectáreas entre las comarcas de la Safor y la Vall d'Albaida, afectando a un total de siete municipios (Llutxent, Gandia, Pinet, Barx, Ador, Ròtova y Quatretonda), son inevitables. Tienen este carácter porque han sido provocados por fenómenos naturales e impredecibles, como puede ser un rayo durante una tormenta. Estos, sin embargo, son los mínimos.

Así se apunta en las conclusiones del análisis que ha llevado a cabo el Grupo Operativo de Investigación de Incendios Forestales (Goiif). Este organismo, dependiente de la Generalitat, ha estudiado un total de 277 siniestros en toda la Comunitat Valenciana entre los meses de enero y agosto de este año. De estos, 166, un 60%, han sido causados por la mano humana, que es lo mismo que decir que se podrían haber evitado.

Este tipo de fuegos, a su vez, se divide en dos: Los causados por una negligencia o accidente, que suponen un total de 98 (35,4%) y los que fueron intencionados, que suman 68 (24,5%). Por otra parte se encuentran aquellos que han sido provocados por un rayo, que son un total de 82 (29,6%) en lo que va de año.

En el mes de mayo hubo en la Comunitat Valenciana 20 incendios provocados por rayos de tormenta y entre el 1 y el 12 de agosto, 28 por esta misma causa. Entre ellos se encuentra el de Llutxent, que obligó a desalojar a casi 3.000 personas de sus casas en Gandia, Barx y Pinet y que es el más grave registrado este año. Cabe recordar que el mismo día que se inició este siniestro, los servicios de Emergencias tuvieron que acudir a 10 fuegos más provocados precisamente por rayos. Aunque en el desglose los intencionados registran una cifra menor, cuando se produce un accidente o una negligencia también actúa, en la gran mayoría de ocasiones, la mano humana. Se trata de acciones como quemas incontroladas o hacer fuego en lugares donde está prohibido, por ejemplo.

En los últimos cinco años, el Goiif ha analizado 2.306 incendios forestales en la Comunitat Valenciana. «Cada investigación genera un informe pericial de causa con inclusión del resultado lesivo para la naturaleza», apuntan desde la Generalitat a través de un comunicado.

En caso de obedecer a causas humanas, los informes son remitidos a las distintas fiscalías y, en caso de mediar actuaciones judiciales contra los posibles autores, se remite al juzgado competente. Desde 2012 se han remitido informes de 1.735 fuegos a la fiscalía.

Por otra parte, en los casos donde la actuación de los autores no supone delito, la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural sanciona a las personas que hayan podido cometer la negligencia.

«Desde 1995, los agentes del Goiif, con la participación de los agentes medioambientales del territorio, han investigado e informado más de 10.000 incendios, y es la primera unidad especializada permanente de estas características en Europa», señalan desde la conselleria.