Otro de los grandes objetivos del Pacte del Botànic era acabar con la hipóteca reputacional que los veinte años de gobierno del PP y sus múltilpes casos de corrupción habían esparcido sobre la política valenciana. La Comunitat Valenciana era conocida en el panorama nacional e incluso fuera de nuestras fronteras por el lastre de la corrupción. Los tres años de legislatura han estado salpicados otra vez por la agenda judicial y policial y aunque la mayoría de casos aún son imputables al PP, la izquierda también se ha visto salpicada con la detención del presidente de la Diputación de València, Jorge Rodríguez, y varios de sus colaboradores, y por la

presunta financiación ilegal del PSPV y el Bloc.