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Informe

Más de 155 concejales y cinco alcaldes han dimitido en tres años de legislatura

Las incompatibilidades laborales, las desavenencias internas y los problemas con la justicia han forzado la salida de los ediles

Más de 155 concejales y cinco alcaldes han dimitido en tres años de legislatura

Tres años es un mundo en política. Prueba de ello es el cambio que han experimentado los ayuntamientos desde que se inició la legislatura, en 2015.

Sólo en la provincia de València más de 155 concejales y cinco alcaldes han abandonado sus actas por distintas razones a 8 meses de otros comicios.

La mayoría de ellos alegó motivos personales o laborales, pero también hay quienes se han visto obligados a marcharse por sus problemas con la justicia, por discrepancias en el seno de sus propios grupos políticos o porque han dado un salto hacia cotas superiores. Una muestra de lo ingrata y mal retribuida que suele ser la política en los estratos municipales.

L'Horta

La comarca en la que se han producido un mayor número de dimisiones ha sido l'Horta, con más de 80 contabilizadas. El municipio líder es, de momento, Rocafort, con ocho. Las más llamativas fueron las de su alcaldesa de Rocafort, Amparo Sampedro, y su compañera del PSPV, Pilar Núñez, que dejaron el consistorio al no conseguir el apoyo suficiente para aprobar los presupuestos municipales. Por motivos bien diferentes se fueron Alfred Costa (PSPV) y Frederic Ferri (Podemos) de las corporaciones de Torrent y Paterna, respectivamente: ambos se han incorporado a la plantilla de À Punt.

La Costera

En la Costera, la Canal de Navarrés y la Vall d'Albaida más de 40 concejales de 17 consistorios han arrojado la toalla desde 2015. El primero en hacerlo fue Alfonso Rus, que presentó su dimisión 9 días antes de la toma de investidura y 16 días después de perder la alcaldía de Xàtiva en las urnas. Había sido suspendido del PP por su implicación en el caso Taula.

El inicio del curso político ha venido marcado por la renuncia de la portavoz de Compromís en Ontinyent, Sílvia Urenya, por motivos de trabajo. En esta coalición ya dimitió el anterior portavoz por diferencias internas y otro edil, Fran Quesada, fichado como secretario autonómico de Medio Ambiente.

El gobierno bipartito de l'Alcúdia de Crespins ha sido el que más deserciones ha vivido en sus filas internas, tres del PSPV y uno de CompromísEl PP apuntó a desavenencias internas, pero el ejecutivo lo negó. Los ecos del desencuentro y el desencanto también resonaron con la dimisión de dos ediles del gobierno da Pobla del Duc y del de Personal en Xàtiva.

En Benigànim, el portavoz del PP dimitió por incompatibilidad laboral después de haber sido seleccionado para un puesto de trabajo en el ayuntamiento. El anterior portavoz, candidato en las urnas, había renunciado tras la derrota electoral.

Otro portavoz que ha abandonado la política en este 2018 ha sido el de Compromís per Castelló de Rugat: los trabajos de su empresa para el consistorio le impedían continuar. Igualmente, dos ediles socialistas de Canals han dimitido por razones laborales.

En Albaida se marcharon dos concejales del PSPV y uno del PP en la oposición tras los malos resultados electorales. En l'Olleria, el portavoz del PSPV presentó su dimisión en mayo después de agredir a un Guardia Civil en un control de alcoholemia, pero finalmente rectificó y mantiene el acta.

Camp de Morvedre

Seis concejales y dos alcaldes han dimitido en el Camp de Morvedre. Entre ellos, el de Torres Torres, Rafa Gil, quien dejaba la política activa la semana pasada después de ser acusado de varios delitos, por los que le piden 11 años de prisión.

Por motivos bien distintos lo hizo el mandatario de Segart, Vicent de Paül (PP), quien renunciaba a la presidencia en favor de su compañero de partido Francisco José Garriga tal como recogía el pacto firmado a principios de legislatura.

En cuanto a los ediles, Sagunt lidera la lista de dimisiones y marca cifras históricas con cuatro concejales, entre los que destaca la diputada autonómica Teresa García que dejó el ayuntamiento por las Corts.

comarcas de interior

Entre los municipios del interior de la provincia, el caso más reseñable es el del que fue alcalde de Zarra, Juan José Rubio. Había ostentado la vara de mando de esta pequeña localidad del Valle de Ayora-Cofrentes desde 1979 con las siglas del PSOE y, en los últimos años, con las de la Agrupación de Electores por Zarra (AEPZ).

A principios de este año, el Tribunal Supremo confirmó una condena contra él a dos años de prisión y otros ocho de inhabilitación en cargo público por un delito continuado de prevaricación urbanística y como cooperador de otro delito contra la ordenación del territorio al autorizar la construcción de 50 viviendas en suelo no urbanizable entre 2003 y 2004, lo que obligó a que fuera sustituido por su número dos: Ángel Pérez.

Camp de Túria

En el Camp de Túria, las dimisiones o renuncias superan la decena. En Serra dejó su cargo el alcalde, Javier Arnal, poco después de que fuera absuelto por los tribunales de un delito de falsedad documental. Aunque no fuera por una dimisión en sí, uno de los casos más sonado se vivió en este mismo municipio en 2015: el portavoz de EUPV, Marcos Cabo, se suicidó en la cárcel tras ser detenido por el asesinato de su mujer.

Las discrepancias dentro de sus partidos llevaron a Miguel Ángel Barona (Compromís) a abandonar el pleno de Llíria o a Eva Tejedor (Aisab) el de San Antonio de Benagéber.

Una condena por un conflicto vecinal motivó la dimisión de Irene Rodríguez como edila de IVIN-Compromís en Nàquera, mientras que, por razones mucho más positivas, dejó Daría Terrádez (Compromís) el consistorio de Bétera: para convertirse en la Directora General de Relaciones con la Unión Europea y el Estado de la Generalitat Valenciana.

La Ribera

El caso particular más destacado en la Ribera se dio el viernes con la dimisión de Marc Joan, el concejal de Iniciativa del Poble Valencià, integrado en la coalición Compromís per Cullera. Presentó su renuncia al haber sido implicado en la quema de dos banderas españolas durante la celebración del festival Espiga Rock de Sueca.

La Guardia Civil investiga los hechos como un presunto delito de desórdenes públicos. No es el primer incidente en el cual se ve implicado. El pasado año fue condenado por dar positivo en un control de alcoholemia y le fue retirado el carnet de conducir durante 8 meses. También en Cullera, por el PP dimitieron en esta legislatura el exalcalde Ernesto Sanjuán y las concejalas Inma Velarde y Juani Sapiña.

Sin embargo, el conflicto más relevante de la legislatura lo ha experimentado el PP del Perelló. El alcalde durante tres legislaturas, José Miguel Fos, dimitió en febrero de 2016, cansado por los casos de corrupción de su partido. Con el paso de los meses, el edil de Els Verds se fue al Grupo Mixto y el PP se quedó sin candidatos por el fallecimiento de Luis Ignacio Díaz, que dejó al consistorio con un claro dominio de la izquierda.

Además, el pasado mayo el mismo Fos, la concejala Lucía Gregori, y al menos una decena más de afiliados presentaron su baja voluntaria como militantes del PP de El Perelló por la «falta de apoyo tanto de la ejecutiva provincial y comarcal».

Además, la concejal de Hacienda e Igualdad de Algemesí, Mar Pintor (EUPV, aliada del gobierno de Marta Trenzano, del PSOE), renunció en septiembre de 2017 a las concejalías que dirigía tras padecer la retirada del salario de 12.500 € que percibía por su media dedicación a los asuntos municipales. Més Algemesí y el PP se aliaron para, con sus 12 votos, dejarle junto a la edil de Bienestar Social, Ana Girbés (PSOE), y el concejal de Empleo, Marc Vendrell (EUPV) sin sueldo. No obstante, el portavoz de Esquerra Unida sostuvo que la decisión atañía a motivos personales.

La Safor

En la comarca de la Safor, de la docena de concejales que han dimitido desde que se constituyeron los ayuntamientos sin duda destaca el caso de Oliva. La líder del PP, Chelo Escrivà, el partido que ganó las elecciones pero que no pudo gobernar, tuvo que presentar su renuncia al acto forzada por el escándalo que habían generado comentarios insultantes contra el concejal portavoz de Ciudadanos en Gandia, Ciro Palmer. Escrivà, que ha estado enfrentada a su propio partido, siempre negó que fuera ella la autora de los insultos y aseguró que alguien había pirateado sus cuentas en las redes sociales

La portavocía del PP de Oliva pasó entonces a Vicente Parra, que también acabó dimitiendo, en esta ocasión por motivos profesionales, dado que iba a dedicar más tiempo a sus tareas privadas.

En Tavernes de la Valldigna también dimitió la concejala de Compromís Llum Sansaloni, argumentando motivos personales y profesionales. En Bellreguard sorprendió la dimisión de la edila socialista Dora Salavert, a quien muchos situaban como la posible líder de la candidatura para 2019. El motivo de la renuncia fueron, según dijo, laborales y personales.

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