En transporte las críticas se centran en los trenes de cercanías. Ninguno es accesible y tras reclamaciones que suman años, una asociación de Xàtiva de afectados por la esclerosis múltiple interpuso una denuncia colectiva en el juzgado tras 13 años de lucha y ningún resultado. «Vivimos en Xàtiva y estamos atrapados. En media y larga distancia hay personal que te sube al tren. En Cercanías, no. Se pasan la pelota entre Adif, Renfe... y hemos probado mil vías. Hemos pedido solos tres trenes (a las 9, a las 15 y a las 21 horas) y tampoco. Les hemos firmado que les eximimos de cualquier responsabilidad... y tampoco. En teoría hay 4 ambulancias adaptadas aquí, pero nadie las ha visto. Coger un taxi es misión imposible pero si lo haces... 180 euros para llegar a València. ¿Es justo esto?», explica Ezequiel Ruiz, que recalca cuál es el resultado final: «Desde una usuaria que ha dejado el tratamiento porque no puede pagar un taxi todas las semanas hasta la sensación de que si denuncio todo en el juzgado me dejo mi pensión en procedimientos porque el incumplimiento es sistemático».
María Ángeles es una luchadora y ya le ha dicho a su hija que tome buena nota, que pelee y que proteste. Porque como se quede callada no tendrá nada.
Con gimnasia pero sin excursión
La pequeña tiene 14 años y una enfermedad degenerativa que nunca le ha permitido andar. Su madre apostó por la inclusión, y la rabia se la come por dentro. Todo lo que ha conseguido para su hija lo ha hecho a golpe de queja, de protesta, de malas caras, de críticas, de reclamaciones, de salir en prensa. Desde el educador del colegio hasta la tablet adaptada con la que estudia la pequeña y que, por cierto, se le ha roto y nadie repone. «Tiene una discapacidad motora del 80% pero no está exenta de gimnasia para que ´se integre´. Sin embargo, no la ´integran´ para irse a las excursiones, por ejemplo», crítica.
