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Encuesta del 9 de octubre de 2018, ¿punto de inflexión?

El panorama de intención de voto en la Comunitat Valenciana supone un cambio sustancial en los apoyos a las distintas formaciones políticas

La encuesta publicada con motivo del 9 de Octubre sobre intención de voto en las próximas elecciones autonómicas en la Comunitat Valenciana presenta resultados que, con toda seguridad, no habrán dejado indiferente a ninguno de los lectores de este diario.

El gran titular que, en mi opinión, ofrece el sondeo es que PSPV-PSOE se convierte en el primer partido en intención de voto, preferencia y expectativa de ganador en los comicios autonómicos, tras más de dos décadas de liderazgo del PP en nuestra Comunitat.

Esta victoria demoscópica, se analizan las opiniones declaradas y no los comportamientos, que serán una incógnita hasta el día de las elecciones, no se debe únicamente a la positiva valoración que se hace del gobierno del Botànic y su mayor capitalización por la presidencia de Ximo Puig.

El denominado «viento de cola» del poder otorgado, tras la moción de censura, al PSOE en el Gobierno de España ha estimulado a parte de sus antiguos votantes provocando una actitud de devolver su intención de voto a esta formación, a costa de posiciones más progresistas en la izquierda.

Precisamente, la ocupación de estas posiciones por parte del «Gobierno del cambio», ha reducido la visibilidad de la coalición Unidos Podemos, a la que ha contribuido la ausencia de su líder estatal por problemas familiares que parecen resolverse, lo que es motivo de alegría; así como por la dificultad de hacer oposición siendo el principal apoyo de este gobierno.

En clave autonómica, la falta de un líder político en esta formación con aspiraciones a presidir la Generalitat Valenciana, Antonio Estañ presenta dudas sobre esta posibilidad, reduce sensiblemente su respaldo ciudadano. Además, no aprovecha la sinergia del acuerdo con EUPV. No sorprende que la suma de ambos partidos no logre mejorar los resultados que obtiene Podemos en solitario, ya ocurrió hace más de dos años en las elecciones generales de junio de 2016. Y esta disminución favorece, esta vez, a los socialistas valencianos. A estos motivos, cabe añadir la mayor fragmentación del bloque de derechas, que posibilita mejor resultado en escaños para el primer partido, de acuerdo a la compleja proporcionalidad de la ley d'Hont.

La acción política de Ximo Puig durante su periodo de gobierno, en el que fundamentalmente ha mantenido sus resultados electorales, ha propiciado con estas circunstancias favorables, su mayor cosecha. Más de un tercio del voto declarado a candidatura y hasta un total de 33 escaños de estimación, supondría 10 escaños más que los obtenidos en las elecciones de 2015.

No obstante, estas favorables circunstancias pueden tornarse menos generosas, al considerar la presión del entorno político nacional sobre su partido y la mayor complejidad de mantener las reivindicaciones de financiación autonómicas, por lo que no debería desdeñar el comodín de un adelanto electoral. Para los ciudadanos valencianos es una posibilidad asumible.

La gobernabilidad en la Comunitat Valenciana requerirá la continuidad del acuerdo que tiene con Compromís, que mantiene una alta estabilidad en su número de votantes, obtendría 18 escaños, así como la fortaleza de Mónica Oltra durante la legislatura. Aunque las matemáticas lo permiten, más difícil se antoja un acuerdo con PP o Ciudadanos, si bien con esta última formación se planteó la posibilidad tras las últimas elecciones autonómicas, previa al Pacte del Botànic.

La importante cifra en la transferencia de intención del voto desde el PP a Ciudadanos, es una de las principales causas de la pérdida de su liderazgo en la Comunitat Valenciana, a la que se une la falta de respuesta entre algunos de sus antiguos votantes sobre su comportamiento en las próximas elecciones.

La altura política de los candidatos elegidos por este partido para las alcaldías de los principales municipios de la Comunitat Valenciana es un factor clave de su recuperación, que puede reforzar a Isabel Bonig en el ámbito autonómico. Ciudadanos obtiene su mejor resultado en los sondeos realizados en la legislatura, sería el tercer partido en el Parlamento valenciano con 19 escaños; que le acercaría a los 22 diputados del PP y, de acuerdo con las tendencias electorales y la alta notoriedad de su candidato autonómico, Toni Cantó; a la posibilidad de protagonizar un sorpasso en la derecha. No obstante, la tradicional dependencia que tiene la intención del voto a Ciudadanos con situaciones de insatisfacción hacia el PP, dificulta aventurar su posición en los próximos meses.

El panorama de intención de voto en la Comunitat Valenciana supone un cambio sustancial en los apoyos a las distintas formaciones políticas. Los condicionantes que presentan sus resultados: evolución del escenario político nacional, incorporación definitiva de candidatos autonómicos y municipales, indecisión entre un alto número de votantes; impiden afirmar si estamos en un punto de inflexión del comportamiento electoral de los valencianos. El tiempo nos dirá.

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