Un año más es la cartera que más ocupa en el presupuesto de la Generalitat (6.390 millones de los 22.092 millones totales) y además sin parar de subir, un 3 % en esta ocasión. Los focos en la presentación de las cuentas para la Conselleria de Sanidad en 2019 se han puesto, sin embargo, en otro sitio: en la apuesta que se hace por recuperar para la gestión pública el departamento de salud de la Marina antes de que acabe la legislatura pese a que su contrato expira en 2024.
La promesa de Carmen Montón y el presidente de la Generalitat Ximo Puig aún no se ha plasmado en ningún acuerdo económico (público al menos) con los gestores del área (DKV con un 65 % de las acciones y Ribera Salud con el 35 % restante), pero el Consell sí ha querido que su intención quedara negro sobre blanco en la memoria de actuaciones de los presupuestos de 2019 y así lo destacó ayer el conseller de Hacienda, Vicent Soler.
En las cuentas «están previstas las contingencias» de revertir el hospital, anunció en rueda de prensa Soler aunque sin especificar si esas contingencias conllevaban la inclusión de una partida económica específica para abordar cualquiera de los escenarios posibles: compra de acciones o acuerdo económico para la resolución anticipada del contrato que podría conllevar el pago de indemnizaciones.
La reversión, para la que no hay fecha en ningún caso pese a que las elecciones serán el 26 de mayo, se asumiría con los 121 millones de euros que el presupuesto sí incluye como pago anual a la UTE concesionaria, tal como queda incluido en la memoria de actuaciones.
Los 121 millones se corresponden con el canon anual que la conselleria debe pagar a la concesionaria por ocuparse de la atención sanitaria de las 166.000 personas registradas en el área a razón de 728 euros de inversión por habitante.
Este dinero es el que se desviaría para la reversión, si hay finalmente acuerdo, aunque ayer el conseller de Hacienda reconoció que hay hasta tres escenarios posibles, lo que da a entender que la solución no está cerca.
Así, Soler habló de una reversión «pura y dura» por decisión de la Administración sin esperar al final del contrato aunque «pacífica», no como en el departamento de La Ribera, porque, como recordó, DKV como socio mayoritario tiene «ganas de vender».
Un acuerdo de resolución del contrato conjunto podría ser la única vía ya que, como recordó el conseller, la vía de comprar las acciones a DKV es «complicada» ya que Ribera Salud como socio minoritario puede reclamar su derecho de tanteo y retracto. Otro escenario sería que los socios pusieran a disposición sus acciones. Con todo, Soler remitió a la comparecencia de la consellera de Sanidad de mañana viernes.
Un 42 % más de inversiones
Los 244,7 millones de euros más del presupuesto sanitario para el año que viene se dejan ver en la partida de personal (con 103 millones de euros más) pero también en los 42,3 millones de más que incluye el capítulo de inversiones para centros de salud y hospitales.
La partida «arrastra» gran parte de las inversiones anunciadas años atrás (lo que explica el aumento de presupuesto): aunque también incorpora actuaciones nuevas como 100.000 euros para la reforma del centro de salud de Requena o cantidades para los de Elx, Torrent III, Xàtiva, Traiguera, Vila-real, Castalla y los auxiliares de Carcaixent, Petrer, Cox, Alcàntera de Xùquer y Corbera.
