La longevidad se ha convertido en uno de los temas más tratados durante los últimos años por la comunidad científica, ya que España cuenta con una de las esperanzas de vida más elevadas a nivel mundial con una media de 80,4 años en los hombres y 85,7 entre las mujeres, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística. Estas cifras plantean algunos retos que la sociedad debe preguntarse para un futuro próximo.

Por ello, el Palacio de Congresos de València acoge durante hoy y mañana el Longevity World Forum, el primer encuentro que se celebra en Europa sobre materias de longevidad, genómica y medicina de precisión con el objetivo de reunir a todos los agentes implicados en el estudio de la esperanza de vida y la mejora de su calidad para proponer soluciones en torno a este tema.

El catedrático de Fisiología en la Universitat de València, José Viña, recalca que en este congreso se pretenden afrontar algunos asuntos relacionados con la longevidad, puesto que en cinco años «seremos el país con mayor esperanza de vida». Sin embargo, reconoce que «aunque contamos con una gran cantidad de personas mayores, se debe mejorar la calidad de estas».

Costes

Además, la longevidad también comporta costes en el sistema sanitario, ya que muchas de estas personas son dependientes, lo que supone un gasto de 14.000 euros al año por persona, a diferencia de los 900 euros del resto de la sociedad.

Para mejorar este aspecto, el catedrático destaca que se debe mejorar la etapa de la fragilidad, es decir, el momento previo a la dependencia, donde las personas todavía son capaces de valerse por sí mismas.

«Ser dependiente es duro tanto para el usuario como para la sociedad y, por eso, se debe mejorar o mantener la fragilidad», afirma Viña. Sin embargo, la longevidad «deseable» se basaría en «evitar la fragilidad».

Por ello, el catedrático destaca la necesidad de que los especialistas determinen «la práctica de un deporte físico específico para cada persona».

Otro de los temas que se tratará en el congreso es la proliferación de enfermedades asociadas a franjas de edad más avanzadas, como es el caso del alzhéimer, pero afirma que «sí se invierte en envejecimiento, también se puede mejorar en este aspecto». Uno de los temas que más concierne a la comunidad científica es la gran diferencia de edades que existe en la sociedad actual, puesto que es la primera vez que ocurre en la historia. «En 2018 hay más personas mayores de 65 años, que menores de cinco», recalca el catedrático.

Por lo tanto, el fisiólogo denuncia que «no estamos preparados para afrontar esta longevidad». Por ello, hace un llamamiento a la ciudadanía para que invierta en cuidados, se someta a las revisiones médicas adecuadas, se inscriba en programas de ejercicio específico y se centre en buenos hábitos de salud y consumo.

Viña destaca la importancia de los suplementos nutritivos en las personas mayores, ya que «son necesarios para este tipo de gente porque, a veces, no pueden reponer la cantidad de vitaminas y proteínas con una dieta específica».Expertos

A lo largo del programa participarán algunos representantes implicados en este tema como la directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, María Blasco, los catedráticos de Fisiología en la Universitat de València, José Viña y Federico Pallardó, la el fundador y CEO de Cambridge Precision Medisine, Lissette Otero, o el biogerontólogo fundador de la SENS Research Foundation, Aubrey de Grey, entre otros. Estos pretenden mostrar los últimos avances conseguidos en este aspecto y generar sinergias para afrontar los retos en un futuro inmediato.

Entre las diferentes sesiones que se abordarán en este congreso se encuentran la genética de longevidad y la importancia de la dieta, el deporte y la nutrición durante la jornada de hoy, mientras que mañana se tratará la prevención de enfermedades y la aplicación de tecnología en el envejecimiento.