Por muy acostumbrados que estén, los habitantes de la Ribera todavía no se han recuperado del duro golpe sufrido en las últimas horas. Otro temporal de lluvias intensas dejó ayer graves inundaciones en localidades como Alzira, Alginet o Algemesí. La tormenta, tras azotar la Safor, se cebó con la Ribera Alta, donde dejó precipitaciones de intensidad torrencial que en hora y media descargaron 102,8 litros por metro cuadrado en Alzira. Gran parte de los ayuntamientos suspendieron las clases (más de 35.000 alumnos se quedaron sin clase en 20 pueblos) y algunos municipios tuvieron serios problemas de comunicación debido al corte de carreteras. Y las previsiones obligan a que la comarca siga en alerta. Según Avament, el valle de la Murta en Alzira y Algemesí registraban, al cierre de esta edición, los picos de lluvias más elevados de la comarca. En 24 horas se contabilizaron 294,9 y 252,2 l/m2, respectivamente.

El hecho de que la tormenta, acompañada de abundantes trueneos y relámpagos, descargara en plena madrugada, aumentó la angustia. Efectivos del Consorcio de Bomberos protagonizaron ayer una docena de rescates, mayoritariamente de personas que residen en viviendas aisladas que habían quedado rodeadas por el agua y veían como subía el nivel sin tener la posibilidad de salir. Uno de ellos tuvo lugar en la partida alcireña del Forn de Carrascosa para sacar del peligro a un matrimonio con un bebé de cinco meses. Agentes de la Guardia Civil, por su parte, ayudaron en Polinyà a una familia con un menor de año y medio.

Dos camiones de bomberos movilizados para atender el episodio de lluvias torrenciales registrado en la madrugada de ayer en Alzira volcaron, sin consecuencias para sus ocupantes, según confirmaron fuentes del Consorcio Provincial de Bomberos. Se trata de vehículos forestales pesados. Al parecer, uno de los vehículos se salió de la vía en el polígono de la carretera de Albalat, donde el agua había anegado la calzada, y cayó en una cuneta lateral de desagüe.

Mucho peor lo tuvieron los propietarios de decenas de vehículos que quedaron a merced del agua al estar aparcados en las calles afectadas y los que se sumergieron en numerosos sótanos situados en garajes. Los daños provocados por la inundación también afectaron a decenas de viviendas situadas en los barrios de Venècia y Les Basses (sus propios nombres ya delatan el peligro que encierran) de Alzira. Los trabajos de achique se prolongaron durante toda la jornada. Algunos comercios comenzaron a sacar a la calle por la tarde la mercancia dañada.

Canal Xúquer-Túria

Algemesí y Alginet mantuvieron la alerta ciudadana pese a la disminución de las lluvias a medida que avanzaba. Tras la tromba de agua de la noche que dejó incomunicada prácticamente a Algemesí, con el transcurso de las horas se recuperó cierta tranquilidad, aunque los accesos a la ciudad continuaron cortados, tanto en dirección a Alzira como a Alginet o la autovía AP7. «Confiamos en que con la disminución de las precipitaciones, los campos puedan comenzar a tragar un poco el agua y descienda los niveles en las carreteras, por lo que se abrirán los accesos», argumentó la alcaldesa algemesinense, Marta Trenzano. La Confederación Hidrográfica del Júcar descartó cualquier tipo de problema con el cauce del río y el ayuntamiento no tuvo constancia de ningún problema en casas particulares o entre los vecinos, por lo que hace a su salud.

Por su parte, en Alginet, la situación más preocupante durante la mañana se mantenía en el Camí Trullàs, la parte baja del municipio que seguía inundada. Además, a lo largo de la jornada se tuvieron que cortar los viales hacia Algemesí y la entrada levante-sur. No abrieron sus puertas los centros educativos y el ayuntamiento llegó a alertar por la subida del Canal Xúquer-Túria, aunque con el paso de las horas se descartó la alerta.