La cuenca del Vinalopó es con mucho la que más necesidades tiene en toda la demarcación del Júcar. Es una zona donde las aguas subterráneas llegan a extraerse en algunos puntos a 600 metros por lo que se hace necesario recuperar los acuíferos y desde la Confederación Hidrográfico del Júcar (CHJ) apuntan que solo el trasvase Júcar-Vinalopó y la desaladora de Mutxamel pueden permitir que se atiendan todas las demandas y que se pueda alcanzar la sostenibilidad. Estudios recientes de la Universitat de València apuntan que en la cabecera del Vinalopó se ha producido una merma de aportaciones de entre 50 y cien litros por metro cuadrado anuales, que también se producen en otros puntos de esta cuenca deficitaria.