El Sindicato de Facultativos y Profesionales de Sanidad Pública (Simap-PAS) ha denunciado a la Conselleria de Sanidad ante la Inspección de Trabajo por «incumplimiento de los tiempos de descanso mínimos obligatorios en el personal interno residente», (los médicos MIR), que conlleva jornadas de hasta 31 horas, un «estrés insufrible en los residentes y una demora en la resolución de los problemas de los pacientes que acuden a los servicios de urgencias».

La organización ha destacado que el personal interno residente tiene un contrato laboral especial, cuya base es la formación para conseguir el título de especialista, ha recordado el sindicato. Así, «conforme van cumpliendo años en su programa formativo, los residentes van siendo cada vez más autónomos».

Esta «adquisición progresiva de autonomía debe conseguirse con garantías, tanto para el propio residente como para los pacientes que atiende», han reivindicado desde Simap, antes de exigir a la Conselleria de Sanidad que garantice que «dispone de personal de plantilla especialista suficiente como para supervisar la actividad que realizan los residentes».

«La realidad no es así en muchos servicios, sobre todo en urgencias, dada la insuficiente dotación de facultativo», denuncian.

Según expone el sindicato, esta situación genera un «sobreesfuerzo importante» para este colectivo, que cuenta con turnos de trabajo de «24 horas ininterrumpidas».

Como consecuencia de esta «utilización del personal en formación para cubrir necesidades estructurales de personal de plantilla, a los residentes se les niega, en muchas ocasiones, los descansos obligatorios y no se les permite descansar tras jornadas de trabajo de 24 horas ininterrumpidas, llegando a superar las 31 horas de trabajo, y tampoco se les reconoce el derecho al descanso semanal mínimo de 36 horas ininterrumpidas», punto denunciado por Simap. Los residentes «se sienten explotados desde el punto de vista laboral y perjudicados en su formación».