Los empresarios del Noroeste quieren que la unión conseguida para mejorar las líneas ferroviarias de mercancías se traslade a otros asuntos como el problema demográfico, la transición energética, el desarrollo rural o la financiación autonómica. Pero además piensan en una ampliación del ámbito geográfico, llevando la alianza al norte de Portugal.
La plataforma Corredor Atlántico Noroeste, impulsada por los empresarios para que Asturias, Castilla y León y Galicia no se queden al margen de la red ferroviaria transeuropea de mercancías, fue el germen de una alianza entre las tres regiones que se escenificó el lunes en Santiago de Compostela con los tres presidentes regionales, empresarios y sindicalistas demandando al Ministerio de Fomento un plan de mejora del ferrocarril cuantificado en 3.100 millones de euros.
Al calor de esa reivindicación, y por iniciativa del presidente de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), Belarmino Feito, se constituyó también en Oviedo la alianza empresarial del Noroeste, que agrupa a las asociaciones empresariales de Asturias, La Coruña, Lugo, Pontevedra, Orense, León, Zamora y Salamanca para defender con una voz más potente los intereses comunes de estos territorios. No sólo en temas de infraestructuras, también en financiación autonómica, demográfía, transición energética, desarrollo industrial o modernización del medio rural. Feito señaló que "la próxima semana" está previsto que se formalice jurídicamente la alianza como asociación y que estará abierta "al resto de territorios del Noroeste de España". Además apuntó que "el objetivo es ampliar la alianza al norte de Portugal".
La conexión con Portugal es uno de los objetivos que persigue el Noroeste con su plan para integrarse en el Corredor Atlántico transeuropeo entre Lisboa y Estrasburgo con un ramal de Venta de Baños (Palencia) a León y de allí por un lado a Gijón y por el otro a Vigo y La Coruña. Entrar en esa red transeuropea, una decisión pendiente de ratificación por las instituciones europeas, da acceso a ayudas de 30.600 millones de euros. Para optar a ellas, el Gobierno de España tendrá que presentar proyectos y el Noroeste ya tiene su borrador. El plan tiene como objetivo incrementar el potencial industrial, mejorar la eficiencia logística y fomentar una movilidad más sostenible. Las acciones prioritarias se agrupan en mejoras de electrificación (500 millones de euros), de infraestructuras y trazado (1.500 millones), de superestructura ferroviaria (350 millones), de terminales intermodales (350 millones), de conexiones portuarias (300 millones) y de nuevas tecnologías (100 millones).
Esta apuesta choca con los intereses del Corredor Mediterráneo, que persigue el mismo objetivo de ser integrado en la red transeuropea para recibir ayudas económicas.
La electrificación. El trazado propuesto para el Corredor Atlántico Noroeste ya está electrificado, pero con instalaciones obsoletas. Por ello se propone una renovación integral y progresiva sustituyendo las instalaciones por otras más modernas y eficientes y compatibles con una tensión de 25 kV, que es la que utiliza la Alta Velocidad y con la que ya cuenta el tramo Vigo-La Coruña.
Infraestructura. El objetivo es permitir la circulación de trenes de 750 metros de longitud frente a los máximos actuales de entre 400 y 550 metros en toda la red. Para ello será necesario solucionar los problemas de pendientes que hay en diferentes tramos. En algunas casos esas pendientes superan el 20%0, como ocurre en el tramo La Robla-Pola de Lena , que se solucionará cuando entre en servicio la Variante de Pajares con acceso para mercancías. La propuesta es reducir todas las pendientes por debajo del 15%0. Además se planea corregir los trazados más sinuosos, evitar la necesidad de invertir el sentido de la circulación en estaciones como la de Monforte de Lemos, habilitar nuevos apartaderos con capacidad para trenes de 750 metros, revisar las estructuras de paso y ampliar los gálibos. Finalmente, y a la largo plazo, se plantea acabar con los tramos de vía única para convertirlos en doble vía. Con una sola vía aún están los tramos La Robla-Pola de Lena y León-Vigo.
Superestructura. Aquí se incluye la renovación integral del carril , el empleo de traviesa preparadas por un futuro cambio a ancho estándar y la mejora de la gestión de tráfico.
Terminales intermodales. Se incluyen siete terminales intermodales, una de ellas en Asturias, que situaría en la Zalia y permitiría el trasvase de mercancías entre tren, camiones y barcos. Estas terminales se configuran como "verdaderos nodos logísticos e industriales".
Actuaciones marítimo-portuarias. Aquí se prevé la mejora de la accesibilidad ferroviaria a los puertos de Gijón, Avilés, Ferrol, La Coruña, Pontevedra y Vigo; la mejora de la infraestructura portuaria y la consolidación de los servicios de Autopistas del Mar en explotación y fomentar nuevos.
