Si compartir habitación en el hospital cuando uno está enfermo es algo más que molesto, cuando se trata de compartir con un bebé recién nacido, la cosa se puede complicar. Noches sin dormir, llantos que se contagian, visitas familiares, demasiadas personas en la habitación... cualquiera que haya pasado por ahí puede imaginar lo que es convivir durante al menos 48 horas con otra familia en esas circunstancias.
Las futuras madres lo tienen claro. Si pueden, van a intentar evitarlo buscando un hospital con habitación individual, algo que facilitaban los privados pero que, de un tiempo a esta parte, se está volviendo norma en las áreas de Maternidad de la pública.
La búsqueda de esta intimidad hospitalaria ha dejado, de hecho, una «anomalía» en los registros de partos y nacimientos de los hospitales públicos valencianos de 2018: el hospital Doctor Peset es de los pocos que ha aumentado en partos (un 18 % con respecto al año anterior) cuando la tendencia generalizada en el resto de hospitales es a la baja.
La explicación a esta subida en el Peset (de 959 partos en 2017 a los 1.132 del año pasado) es la remodelación en su planta de Maternidad convirtiendo todas sus habitaciones en individuales (con sofá cama y mueble cambiador) y el boca a boca posterior. En el hospital de Gandia ya registraron este subidón en 2015 y 2016 cuando hicieron las mismas obras y el aumento, dicen, se mantiene con 100 partos al mes cuando en el antiguo hospital eran 70. La constatación empírica del tirón que tiene entre las mamás disfrutar de espacio propio.
«Era una cuestión importante»
Beatriz es una de estas madres que ha priorizado, además del buen hacer profesional y el buen trato, el tener un espacio íntimo. Para su primer hijo eligió el hospital de Manises pero, para el segundo -la pequeña Emma que vino al mundo el miércoles- Beatriz apostó por el hospital Doctor Peset (el que le tocaba) tras escuchar la experiencia de «varias amigas y lo bien que habían estado, además de que ahora tenían habitación individual» algo a lo que, asegura, no iba a renunciar. «Era una de las cuestiones importantes porque, para mí, es algo muy incómodo. vienen a revisarte, está la familia... no concebía compartir habitación», asegura. Dos días después asegura que la estancia ha sido «perfecta» y solo tiene buenas palabras para las instalaciones y para el equipo profesional: «han tenido un trato de diez, sobre todo las matronas». La estadística oficial lo tendrá que confirmar pero la subida del Peset es difícilmente equiparable en un escenario de bajadas generalizadas de partos. Así, los principales hospitales valencianos, incluso aquellos que han hecho del parto humanizado su bandera, ven cómo sus registros bajan al mismo ritmo que la tasa española de natalidad.
Así, en La Fe, el que más nacimientos registra de la C. Valenciana, el año pasado vinieron al mundo 4.778 bebés, frente a los 4.816 del año anterior. En el Clínico, fueron 1.285 niños frente a los 1.333 nacidos en 2017 y, en el hospital de la Plana, en Vila-real, la cifra de recién nacidos bajó de 1.406 a 1.306. En el Consorcio del Hospital General también bajó el número de partos: de 1.338 a 1.223.
En el hospital de Sagunto estrenaron sus habitaciones individuales en septiembre por lo que el aumento de partos aún no es representativo aunque también esperan que el aumento de partos, como ha sucedido en el Peset, «se irá consolidando».
