La travesía de ocho años que la reforma del Estatut de la Comunitat Valenciana ha protagonizado por las Cortes Generales culminó ayer con su aprobación en el pleno de las Corts. De la cámara autonómica se publicará como ley en el Boletín Oficial del Estado (BOE). No hay más trámites. La solicitud de reforma la aprobó el parlamento valenciano el 9 de marzo de 2011 y casi ocho años después el texto volvió ayer a la cámara sobre el pitido final de la legislatura.
Con su aprobación se garantiza inversión del Estado según el peso poblacional de este territorio a través de una cláusula de salvaguarda política que obliga a un compromiso a través de los presupuestos.
Solo hay dos autonomías con este blindaje: Cataluña y Andalucía. Una cláusula inversora que ya se ha aplicado a la Comunitat Valenciana por primera vez en el presupuesto nonato de Pedro Sánchez con inversiones del 10%.
Con esta cláusula a Andalucía (que la aprobó en 2007) le ha ido razonablemente bien en estos años, aunque a Cataluña (que la aprobó en 2006) no tanto. La Comunitat Valenciana copió la cláusula andaluza. En esta década se ha invertido en Andalucía en torno al 17%, es decir su peso sobre el total de España. Cataluña adecuó la cláusula al PIB, pero sus inversiones han quedado por debajo en estos años. El Constitucional dijo que no eran vinculantes para el Gobierno, pero en Andalucía los distintos gobiernos de España sí han cumplido. Ayer eran necesarios dos tercios de las Corts para su aprobación (66 de 99 diputados) y se registraron 83 votos a favor frente a las ocho abstenciones de Ciudadanos, el único partido que rompió la unanimidad igual que hizo en el Congreso y el Senado.
La imagen de todo el hemiciclo en pie aplaudiendo la reforma, desde Podemos hasta el PP, junto a socialistas y Compromís y con los ocho diputados de Ciudadanos sentados y sin aplaudir, evidencia la soledad política en la que ha quedado Cs en esta cuestión.
