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"El Jaume I nos ha hecho referentes como científicas. Dar visibilidad es esencial"

Tres investigadoras premiadas destacan la necesidad de ofrecer modelos de mujeres exitosas como parte del cambio en la sociedad

"El Jaume I nos ha hecho referentes como científicas. Dar visibilidad es esencial"

A María Vallet, doctora en Ciencias Químicas por la Complutense e investigadora en nanotransportadores para acabar con enfermedades óseas, el reciente premio Rei Jaume I de Investigación Básica, dice que la ha «puesto de moda» en los colegios. «Me mandan correos niñas de 11 años diciéndome que me han elegido para hacer un trabajo en la escuela y eso antes no pasaba. El Jaume I nos ha hecho referentes. Si les intereso, están viendo que ellas pueden llegar. Y ver eso en una niña de 11 años es que algo está cambiando, y eso es el futuro».

La necesidad de tener referentes visibles, sobre todo en campos como la investigación médica o básica en los que hasta ahora han sido los hombres los que han destacado, se convirtió ayer en uno de los aspectos esenciales para generar la transformación de las mujeres en el campo de la ciencia. Así se puso sobre la mesa en el coloquio «Mujeres con futuro, futuro con mujeres», organizado por la Fundación Valenciana de Estudios Avanzados y la Fundación de los Premios Rei Jaume y que reunió a tres mujeres con el Jaume I: María Vallet; la catedrática de Fundamentos del Análisis Económico de la Universidad de Alicante, Carmen Herrero, y la catedrática de Medicina Preventiva en la Universitat de València, Dolores Corella. Junto a ellas, la consejera ejecutiva del grupo Dacsa, Araceli Císcar y Marc Ros, CEO de la agencia Aftershare.

Esos correos que recibía Vallet, también los estaba recibiendo la castellonense Dolores Corella tras ser premiada. «Una niña incluso ha recreado mi vida con dibujos en un vídeo de Youtube», explicó ayer haciendo hincapié en la importancia de tener esos referentes. «Es absolutamente esencial, es positivo, porque nos da visibilidad» y era un generador de cambio en la sociedad, un cambio y unos avances que aunque lentos, los ponentes veían.

Pero, para llegar a ser merecedora de un premio como el Jaume I o de llegar a otras cuotas de poder en la universidad, la carrera investigadora o la empresa, primero «había que querer estar», un problema a afrontar. «Si no hay candidaturas de mujeres no las puedes elegir. Nosotras somos las que nos tiramos para atrás», en muchas ocasiones, destacó Vallet. Argumento que para Corella era cierto ya que «las mujeres miran qué pueden aportar cuando les ofrecen un puesto de responsabilidad o un ascenso y lo valoran de otra forma que un hombre», introduciendo, por ejemplo, cuestiones de calidad de vida. «Un hombre casi nunca dice que no a eso», aseguró Vallet. Para Carmen Herrero, todo estaba en la diferencia entre sexos. «Somos distintos y no es cosa de la educación, incluso el amor al riesgo o la ambición está en los genes» y esto también explicaría el por qué muchas mujeres, ante un ascenso o un puesto de responsabilidad, valorarían otras cuestiones que no tienen en cuenta los hombres.

Con todo, desde la mesa apoyaron activamente el estar ahí. «Si tienes talento tienes la responsabilidad de explotarlo», aseguraron en el coloquio en el que se advirtió que las «inercias de la sociedad» aún lastraban las carreras de muchas mujeres en la ciencia, sobre todo por el pensamiento de tener que renunciar por cuestiones familiares o de pareja. Ahí, todos pidieron medidas para facilitar que el parón que impone en la carrera investigadora la maternidad no cercenara las carreras. «Yo quería tener familia numerosa pero no tuve tiempo de quedarme embarazada hasta que conseguí la cátedra y solo tuve una hija. Esa fue mi renuncia personal», reconoció Corella.

Por parte de la empresa, la consejera de Dacsa lanzó el mensaje de que las mujeres «se lo tienen que creer» para evitar retiradas voluntarias «de mujeres que tienen carrera y de repente desaparecen. Hay que implementar planes de igualdad». Marc Ros, por su parte, apostó por la educación para trabajar el cambio: «no se trata de hacer campañas de concienciación, sino de educar».

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