El secretario de Agustín García-Gasco, arzobispo de València de 1992 a 2009, Antonio Corbí Copovi, actual párroco de la iglesia de San Nicolás, apuntó ayer aún más arriba que el obispo auxiliar sobre quien mandaba de verdad en la fundación creada para organizar la visita del papa. Según Corbí, era el presidente del Pontificio Consejo para la Familia de la Santa Sede, el cardenal colombiano Alfonso López Trujillo, quien supervisaba y daba el visto bueno a todas las decisiones que se tomaban en la Fundación V encuentro mundial de las familias (Fvemf), según confirman fuentes conocedoras de su declaración.

El obispo auxiliar, Esteban Escudero, apuntó al arzobispo y después también cardenal, Agustín García-Gasco, como el máximo responsable de la fundación, en su declaración ante el Juzgado de Instrucción 5 y el fiscal anticorrupción. Curiosamente, ambos sacerdotes investigados por las irregularidades en la fundación de la visita del papa apuntan a dos mandatarios eclesiásticos ya fallecidos, a los que ya no se puede interrogar. López Trujillo murió el 19 de abril de 2008 y García-Gasco falleció el 1 de mayo de 2011.

Corbí, que ejerció de comisionado de la Fvemf, también defendió que entre los responsables eclesiásticos existía un «total convencimiento» de que la fundación era privada y estaba gobernada por la Iglesia. Y que la participación de políticos como Francisco Camps era «testimonial, porque salvo la constitución de la fundación» y el patronato no asistió «nunca participó en nada», según explican fuentes conocedoras de su declaración. El actual párroco de la iglesia de San Nicolás evitó a toda costa ser fotografiado, grabado y preguntado por los periodistas que le esperaban a las puertas de la Ciudad de la Justicia, los que logró esquivar tanto a la entrada como a la salida del edificio judicial.

También declaró ayer ante la titular del Juzgado de Instrucción 5 y el fiscal anticorrupción el coordinador general y representante legal de la Fvemf, Javier Jiménez Fortea, que también es profesor titular de Derecho Procesal en la Universitat de València. Jiménez Fortea aportó una autorización de la institución universitaria que le permitía compaginar su trabajo como docente con la representación de la Fvmef porque era «una entidad privada» y por tanto compatible con su trabajo en la UV. Al ser profesor de Derecho Procesal, Jiménez Fortea, explicó que analizó con detalle la naturaleza jurídica de la fundación y que tras consultar con el Rectorado de la Universitat nadie vio que existiera incompatibilidad.

Representante legal

El profesor también añadió que aceptó ser representante legal de la fundación para suplir las posibles ausencias del obispo, Esteban Escudero, que era quien la presidía. Aunque advirtió de su inexperencia en contratación finanzas o contabilidad, fue el mismo obispo Escudero quien le aseguró que la representación legal será para casos muy concretos.

Finalmente, Jiménez Fortea asegura que únicamente firmó siete contratos que ya venían revisados por el comisionado Enrique Pérez Boada, citado hoy declara también como investigado, y supervisados ocasionalmente por Broseta Abogados.