Los Premios Rei Jaume I de este año sitúan el foco de atención en la Agenda 2030 de la ONU, marcada por un desarrollo sostenible para el planeta, con medidas contra el impacto del cambio climático de las que ya viene advirtiendo la comunidad científica involucrada en los galardones valencianos. La transición hacia economías sostenibles, limpias y resilientes es un camino obligado para los países desarrollados, por lo que Naciones Unidas considera que ya no hay excusas.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha hecho un llamamiento a todos los líderes mundiales para que acudan a la Cumbre sobre Acción Climática del 23 de septiembre «con planes concretos y realistas» de cómo van a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 45 % en la próxima década y a cero para 2050. Algo en lo que hace años lleva incidiendo en sus declaraciones el jurado de los Jaume I.

Veranos más calurosos, aumento del nivel del mar, temporales cada vez más severos, blanqueamiento o muerte de los corales del Mediterráneo son algunas de las consecuencias del cambio climático. Todo con consecuencias para el bienestar de la humanidad y las generaciones venideras, por lo que la defensa medioambiental será el tema central del manifiesto que se hará público durante la 31 edición de los Jaume I, en la que un jurado formado por alrededor de 80 personas, entre ellas 19 premios Nobel, elegirán a los galardonados entre las 218 candidaturas presentadas.

La cumbre de Acción Climática de Nueva York, a tenor de la incidencia que el cambio climático está empezando tener en la salud, a través de la contaminación del aire, las olas de calor y los riesgos en la seguridad alimentaria, se sabe un punto de inflexión. De ahí la llamada de atención de Guterres a todos los países que acudirán a tan trascendental cita. «Quiero que me informen sobre cómo vamos a frenar el aumento de los niveles de gases de efecto invernadero para 2020 y cómo vamos a reducirlos drásticamente para alcanzar cero emisiones en 2050», señalaba hace poco.

Desde Naciones Unidas se exhorta a gobiernos, sector privado, sociedad civil, autoridades locales y otras organizaciones internacionales a desarrollar «soluciones ambiciosas» en seis áreas: la transición global hacia energías renovables, infraestructuras y ciudades sostenibles y resilientes, la agricultura y ordenación sostenible de los océanos y bosques, la resiliencia y adaptación a los impactos climáticos, y la convergencia de financiación pública y privada con una economía de emisiones netas cero.

Movilizar a los más jóvenes

En ese punto, en la Cumbre de Acción Climática de septiembre se pretende incidir en que «las nuevas tecnologías y las soluciones ofrecidas por la ingeniería ya producen energía a un coste menor que la economía basada en combustibles fósiles». «La solar y la eólica son actualmente las fuentes de energía más baratas en casi todas las principales economías», recuerdan. Así, desde la ONU se apuesta por la movilización de fuentes de financiación públicas y privadas «para impulsar la descarbonización de todos los sectores prioritarios».

Entre las claves adicionales, la Organización de Naciones Unidas contempla la estrategia de mitigación para conseguir las metas del Acuerdo de París, así como un compromiso «para movilizar a las personas de todo el mundo para que actúen contra el cambio climático y asegurar que los jóvenes están integrados y representados en todos los aspectos», en clara alusión al movimiento mundial del «Fridays por Future».