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"Vine a operarme las manos gracias al doctor Cavadas»"

Sasha Petrishenko sufría una malformación en las manos y llegó en 2010 a València para que lo operaran

Sasha Petrishenko es otro de los niños que disfrutó del programa de acogida. Llegó en 2010 con una malformación en las manos, y fue operado dos veces por el doctor Cavadas. Desde entonces, lleva más de diez años viniendo todos los veranos a Jalance con su «familia española».

«Vine a València a operarme las manos gracias al doctor Cavadas y a la asociación Juntos por la Vida. Primero viví en València y luego ya fuimos a Jalance. Es un pueblo muy bonito donde siempre paso unas vacaciones de verano geniales», declara. Sasha vive en una aldea de 500 habitantes, Zhmiivka, a tan solo 80 kilómetros de Chernóbil. El joven, de tan solo 20 años, nació con una malformación en una de las manos que no le permitía tener una movilidad completa. «Mi vida ha mejorado a raíz de la operación. Ahora puedo coger todo tipo de cosas, puedo hasta manejar el teclado del ordenador», afirma. Actualmente, estudia ingeniería informática en Rzishchiv gracias a la ayuda económica de su familia de acogida.

Agua y alimentos

El joven ucraniano remarca que en su zona «hay algunos lugares donde no se puede coger fruta u hortalizas» debido a la radiación irradiada por el acciedente. «El agua es un poco mala. En la aldea tenemos un pozo, pero en mi casa hemos decidido filtrar el agua», comenta.

De esto mismo alerta Clara Arnal, presidenta de la Fundación Juntos por la Vida: «Muchos niños viven en aldeas donde el asfaltado y el alcantarillado no ha llegado. Donde las familias beben agua de los pozos y ordeñan a las vacas que comen la hierba que se nutre de los minerales radioactivos que tras el accidente del 86 se quedaron en el subsuelo».

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