La cocaína y el alcohol son las sustancias estupefacientes más consumidas en la Comunitat Valenciana, ya que el 36,8 % y el 17 % de las personas que acudieron en 2018 a la sociación Proyecto Hombre lo hicieron para desintoxicarse de ellas.

Así se desprende del «Informe 2018 del Observatorio Proyecto Hombre sobre el perfil de las personas con problemas de adicción en tratamiento», elaborado por la Asociación Proyecto Hombre y presentado ayer, en el que se ve que esas dos sustancias son de las más solicitadas en todas las comunidades autónomas, además del cannabis y los anfetaminas en algunos casos.

En España, el alcohol es la droga más consumida por las mujeres, quienes superan en un 12 % la ingesta de estas bebidas realizada por los hombres. El trabajo se ha realizado sobre una muestra de 2.600 encuestas de personas mayores de 18 años que han acudido a un centro para solicitar tratamiento por un problema de adicción.

De todos ellos, el 14,6 % eran mujeres y el 85,4 % hombres, de una edad media de 38 años, el 59,3 % estaban solteros, más de la mitad no tenían estudios o estos eran de primaria y el 76,4 % había trabajado a tiempo completo en los últimos tres años, si bien en el momento de solicitar tratamiento, menos de la mitad tenía en su empleo la principal fuente de ingresos.

El 90 % de todos ellos manifestó consumos regulares o problemáticos con el alcohol, a pesar de que esta sustancia no fuera el principal motivo de petición de ayuda.

El alcohol es también la sustancia cuyo consumo problemático se detecta a edades más tempranas (entre los 15 y 16 años), si bien se demanda tratamiento a edades más avanzadas, a partir de los 40 años, y, por tanto, con más tiempo de consumo (29,6%). Asimismo, se empieza fumar cannabis de media entre los 16 y 17 años, mientras que a partir de los 19 años aparece el inicio de consumos problemáticos de alucinógenos y anfetaminas. Ya en la edad adulta, y especialmente entre las mujeres, aparecen los psicofármacos.

Problemas emocionales

«El abordaje de las adicciones no sólo consiste en tratar la adicción, sino que requiere una respuesta integral y trabajar en todas las áreas que afectan a la persona como la parte familiar, social o laboral», comentado la directora general de la organización, Elena Presencio.

De hecho, el informe evidencia que el 32,4 % de la población atendida padecía algún problema médico crónico, especialmente las mujeres, y hasta el 26 % tomaba algún medicamento de forma regular por prescripción médica. Asimismo, se constata una elevada comorbilidad de la adicción y otros problemas emocionales y psicológicos entre esta población.

En concreto, más de la mitad de las personas atendidas tomaba medicación psiquiátrica, hasta un 67,2 % había sufrido ansiedad severa, un 54,7 %, depresión y un 40 % ha tenido una idea suicida. En estos casos, las mujeres presentan porcentualmente una mayor incidencia de problemas emocionales y psicológicos.