El Botànic II, el primer gobierno a tres en la historia de la Generalitat, arranca con problemas financieros, pero también con una preocupante escasez de recursos humanos. En seis meses, la plantilla de Administración valenciana ha perdido un total de 2.500 efectivos, una realidad que condicionará la gestión del tripartito de izquierdas.
De hecho, el nuevo Consell ha diseñado una Generalitat con más conselleries (doce departamentos) y más altos cargos, pero este crecimiento en la cúspide no se proyecta en la base. El funcionariado ha adelgazado en un periodo de tan sólo medio año y de forma considerable.
Este es el escenario que dibuja el último boletín estadístico sobre personal al servicio de las Administraciones Públicas hecho público por el Ministerio de Hacienda. Con datos de enero de 2019, Hacienda tiene contabilizados 123.283 empleados públicos en la Administración autonómica, lo que supone un descenso de 2.514 efectivos respecto al registro de julio de 2018.
Con todo, la situación con la que se encuentra ahora el nuevo Ejecutivo es mucho más favorable que hace cuatro años, cuando la plantilla pública era de 117.037 personas. Esta cifra incluye tanto personal al servicio de las conselleries como el colectivo de docentes y sanitarios.
A lo largo de la legislatura del primer Botànic, la plantilla fue incrementándose hasta alcanzar el máximo de 125.797 de julio de 2018, es decir, 8.760 trabajadores más que al inico del mandato. Con el descenso último, el tripartito que conforma PSPV, Compromís y Unides Podem arrancará con 6.246 funcionarios más que en 2015.
Más plazas docentes y sanitarias
Tras años de bloqueo en las ofertas de empleo público, varios factores explican en el incremento de plantilla de estos ultimos años. Así, ha habido incorporación de plazas en el sector docente y sanitario (la subrogación del personal del hospital de Alzira deja huella en el capítulo de personal) al tiempo que se ha producido la contratación de personal interino.
En términos más amplios, la Comunitat Valenciana ha perdido en seis meses un total de 2.322 empleadas y empleados públicos ya que pasa de los 237.395 de julio de 2018 a 235.073 en enero de este año. Se trata del personal que trabaja para la Administración del Estado (33.716 personas); la Generalitat (123.283), los ayuntamientos (58.502) y universidades (19.572). La evolución en el citado periodo de tiempo muestra claramente donde está la fuga de personal. Es la Generalitat la Administración que más manos pierde, seguida de la Administración del Estado.
Jubilaciones
El envejecimiento de la plantilla y las jubilaciones explican la pérdida de empleo público. Por contra, la recuperación viene por la vía de los ayuntamientos.
Según esta estadística, la Administración Local ha ganado en seis meses un total de 864 empeados ya que pasa de 57.638 a 58.502 funcionarios. Pese a la recuperación de empleos en estos últimos años, la plantilla de la Generalitat está lejos de la robustez que lucía en 2012, el año en el que se tocó techo con cerca de 130.000 empleados y empleadas.
A partir de esa época de bonanza, comenzó la pérdida de empleos. Se tocó suelo en 2014 con una plantilla de 116.569 efectivos. Fue la época en la que se sustanció el grueso del recorte de personal en el sector público, un tijeretazo que ejecutó el PP de Alberto Fabra. En 2002, el primer año en el que existen datos estadísticos del ministerio, el número de efectivos en la administración autonómica era de 101.843 personas.
