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Los cazadores confían en el Consell para que no se retrase el inicio de la nueva temporada

La Federación se muestra tranquila y convencida de que la autorización de la orden autonómica llegará a tiempo

A diferencia de lo que ocurrió en 2016, cuando el retraso en la publicación de la orden general de vedas despertó muchos recelos e intensas críticas de los cazadores hacia la administración autonómica, la demora provocada este año por cuestiones burocráticas no es objeto de preocupación en el sector. «Estamos tranquilos. Venimos trabajando desde hace mucho mano a mano con la conselleria y estamos seguros de que la orden saldrá adelante a tiempo», observa el presidente de la Federación de Caza de la C. Valenciana, Raúl Esteban.

Como adelantó ayer Levante-EMV, el comienzo de la temporada de caza con perros y sin armas, prevista para el domingo 21 de julio, todavía no tiene luz verde por el retraso en la aprobación definitiva de unos cambios normativos sobre los que ha de informar la Abogacía de la Generalitat y el Consell Jurídic Consultiu, en un periodo de ínterin postelectoral y de cambios en los diferentes escalones del gobierno autonómico. «Al haber una modificación de ley, el proceso este año se ha hecho más farragoso, pero esta nueva normativa precisamente va a facilitar en lo sucesivo que las órdenes de veda salgan adelante antes y con más rapidez», señala Raúl Esteban, que mantiene que existe «confianza y entendimiento» con la conselleria respecto a la tramitación. El cambio acabará con la obligación de aprobar una orden de vedas anual.

Veto a la tórtola europea

La principal novedad de la temporada 2019-2020 es la prohibición de caza de la tórtola europea común. La propuesta partió de la Conselleria de Medio Ambiente y contó con el respaldo de la Federación de Caza, que asume el veto pero muestra ciertas reservas con la decisión y reclama alternativas. «Somos conscientes de que hemos de poner nuestro grano de arena, pero creemos que la propuesta tiene que venir acompañada de otras medidas», afirma Esteban. El presidente de la Federación sostiene que la disminución de la población de tórtola «no es culpa de la caza, sino del hábitat y de los problemas terribles que existen para la fauna» en el ecosistema, sobre todo a raíz de determinadas prácticas agrícolas que han erradicado las semillas silvestres de las que se alimenta el animal. «La caza ayuda a que haya más población: nos encargamos de ponerles comida», remacha Esteban.

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