La ola de calor alcanzó ayer su pico máximo de intensidad y elevó el termómetro hasta niveles inéditos en el último siglo para un mes de junio en numerosos puntos de la geografía valenciana. La canícula veraniega se dejó sentir especialmente en la provincia de Castelló, donde todas las estaciones meteorológicas, excepto la de Segorbe, batieron récords de temperatura desde que existen registros, a partir de 1911. Según los datos manejados por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), la localidad castellonense de Atzeneta del Maestrat se coronó con el valor más alto de la Comunitat Valenciana, con 41 grados. En Xàtiva, más acostumbrada a situarse en el podio de la clasificación, se alcanzaron los 40 grados, al igual que en Llíria, donde no se registraban máximas tan elevadas en un mes de junio desde los incendios de 2012 en Cortes de Pallás y Andilla.

Descenso

Después de cuatro días, el episodio de intenso calor comenzó a remitir ayer por la tarde. El descenso térmico se notará a lo largo de la jornada de hoy, en la que se esperan máximas de entre tres y seis grados inferiores a las del sábado. Otras marcas significativas se contabilizaron en Vinaròs (38,9 grados), Castelló (38,8ºC), Bétera (38,3º), Turís (37.6º), Alcoi (37,4º), Utiel (37,1º), Novelda (36.6º) o Morella (36º), donde la Aemet ha llamado la atención sobre los pobres registros de precipitaciones documentados en el último semestre, los más bajos desde hace 61 años.

En más de un siglo de datos, en la capital de la Plana solo en tres ocasiones se han superado los 38,8 grados, una en julio y dos en agosto. Las temperaturas, en cambio, no pasaron ayer de los 35,9ºC en València y los 34,9º en Alicante.

Por otra parte, en Orihuela se investiga el fallecimiento de una mujer de 36 años de origen británico que podría estar relacionado con un golpe de calor cuando se daba un baño y sufrió convulsiones. La víctima padecía epilepsia.

A lo largo de la jornada, el 112 informó de dos incendios de vegetación de escasa trascendencia en las localidades de Víver y Xixona. En València, el PP criticó la suspensión del funcionamiento de ocho torres antiincendios.