El Sistema Universitario Público Valenciano (SUPV) retorna a la sociedad 2,7 euros por cada euro que invierte la Generalitat Valenciana en su financiación. Así lo recoge el IV Informe del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) «La contribución socioeconómica de las universidades públicas valencianas», que ayer se presentó en el Paraninf de la Universitat Jaume I (UJI) de Castelló por parte del director del IVIE, Francisco Pérez, en un acto presidido por el presidente Ximo Puig.

El informe apunta que el SUPV cuenta con 129.407 alumnos matriculados en la actualidad y que supone «una de las fortalezas de la Comunitat Valenciana», según Pérez, quien también explicó que, al llegar la crisis, los recursos económicos bajaron y que las universidades no han contado con instrumentos de políticas universitarias. El envejecimiento de las plantillas o la limitación de las tasas de reposición son otros de los efectos de la crisis durante la última década, añadió.

Por lo que se refiere a las contribuciones sociales, el informe refleja que el acceso a la educación universitaria de los hijos es mayor cuando el estrato social familiar es alto. El 12,9 % de los universitarios pertenece a un estrato social bajo, frente al 24,7% de una clase social media y un 4,7% de clase alta.

Además, según Pérez, la universidad reduce las desigualdades de género pero no las elimina, los universitarios tienen una mayor participación social y el estado de estos es mejor porque sus hábitos de vida son más saludables, «tienen menos sobrepeso y obesidad y su grado de confianza en la gente es mayor». Asimismo, tienen mayor conciencia medioambiental. Otra de las conclusiones que refleja el informe presentado este lunes es que la educación superior refuerza las competencias digitales.

Más sinergias y flexibilidad

En cuanto a la identificación de las «debilidades» del Sistema Universitario Público Valenciano, se encuentran los recursos limitados, la ausencia de incentivos, la escasa influencia del rendimiento en los recursos, el envejecimiento de las plantillas y un marco normativo y de cultura institucional rígidos.

Las amenazas sociales que cambian a gran velocidad, la era digital que está transformando las profesiones, la intensificación de la competencia y las limitadas sinergias con el entorno próximo son las «amenazas» de este sistema, mientras que las «fortalezas» radican en los buenos resultados medios, la capacidad de atraer alumnos, las unidades de alto rendimiento y las mejoras y capacidad de cambio en muchos ámbitos.

Finalmente, las «oportunidades» para el sistema son que la economía basada en el conocimiento crece más; que las empresas e instituciones necesitan profesionales, la sociedad digital a las universidades, y la Comunitat a estas para recuperar atrasos.

Los retos son otras de las medidas que contempla el documento y estos son: un marco normativo externo flexible, un modelo de gobernanza universitaria más actual y eficaz, un sistema de evaluación de resultados transparente y eficaz, unos recursos financieros adecuados a los objetivos perseguidos y unos sistemas de información que faciliten la dirección por objetivos.

Finalmente, en su intervención, el director de Investigación del Ivie recomendó la elaboración de una estrategia valenciana de universidades, políticas universitarias estratégicas más allá de los horizontes electorales, un plan de financiación plurianual y un esquema potente de incentivos , más autonomía real y el impulso de la evaluación de resultados, como posibles mejoras a tener en cuenta.

Durante el acto, la rectora de la UJI y presidenta de la Conferencia de Rectoras y Rectores de las Universidades Públicas Valencianas (Crupv), Eva Alcón, afirmó que el retorno de las universidades «no es solamente económico en la sociedad, la formación universitaria repercute en otros sectores, contribuye a conformar una sociedad mejor».