Las negociaciones entre Compromís y PSPV se reanudan el lunes para meterse en harina del reparto de competencias. La propuesta está en manos de los socialistas, que ultiman un documento que rija el nuevo gobierno provincial. Según ha podido saber este diario, entre las propuestas se encuentra el «escaño 32», una figura simbólica, pero con calado para que los alcaldes y alcaldesas sean escuchados y expongan sus preocupaciones y necesidades en el pleno mensual que celebra la cámara. Así, a los 31 diputados de los que se compone la institución, se sumaría uno más (sin capacidad de voto) para los regidores que estén interesados en participar.

El mecanismo que se empleará aún está por decidir. Es una de las apuestas por la participación y gobierno abierto que proponen los socialistas para el ejecutivo en coalición, pero debe buscarse la forma para que el diputado 32 tenga cabida legal. A partir de entonces, se redactará un reglamento que regule la forma de acceso.

La propuesta va en la línea de que la diputación sea subsidiaria y esté al servicio de los ayuntamientos. En los últimos cuatro años la corporación ha perdido peso político y ahora, tanto PSPV como Compromís quieren mantener ese perfil y reforzar el protagonismo de los ayuntamientos pequeños. El «escaño 32» que proponen los socialistas es la manera de que puedan compartir con los representantes provinciales sus inquietudes.

Fuentes socialistas señalaron que se trata de establecer nuevos canales de participación, acordes al nuevo contexto social y político. Eso pasa porque la diputación tenga mecanismos «menos rígidos y más directos» para implementar las políticas públicas y que los alcaldes sin representación en la institución provincial puedan tener un lugar en el pleno. Además, va en plena sintonía con la línea del Botànic: abrir la diputación a la ciudadanía.

En Compromís esperarán a conocer el detalle de la propuesta para dar su opinión. Señalan que la coalición lo ha puesto en práctica en distintos municipios donde tienen la vara de mando.

Para el PSPV, se trata de avanzar en el perfil municipalista de la diputación y que sean los regidores quienes tengan capacidad de decisión.

Como han insistido en recordar tanto el presidente Toni Gaspar como la vicepresidenta Maria Josep Amigó, se han terminado los planes teledirigidos y los convenios singulares y la comunicación entre la institución y los municipios pasa por esa misma línea política. Además, el lunes los socialistas pondrán sobre la mesa la constitución de la cumbre de alcaldes, una convención municipal al margen de la diputación que nunca se ha activado y que ahora pretenden activarla y dotarla de contenido.