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Migraciones

Las pateras perdidas en la Costa Blanca

En poco más de año y medio un total de 422 migrantes han sido rescatados de 65 embarcaciones que arribaron a tierras valencianas - Los cascos hundidos de los que no lo consiguieron no computan

Las pateras perdidas en la Costa Blanca

Mientras las 121 personas rescatadas por el Open Arms siguen esperando un gesto de humanidad para poder desembarcar en un puerto seguro, un total de siete pateras han arribado a las costas valencianas (Elx, Alicante, Torrevieja, Pilar de la Horadada y Xàbia) con al menos 66 migrantes a bordo en la última semana. Por desgracia, hay muchos otros que no lo consiguen y pierden la vida en este intento desesperado por escapar de sus países de origen en busca de un futuro incierto, hacinados en embarcaciones precarias.

Los cascos hundidos de algunas de ellas son divisados por pescadores o barcos de recreo a unas millas de la Costa Blanca. Salvamento Marítimo recibe el aviso y si hay posibilidades se realiza una búsqueda pasiva de sus posibles ocupantes. Sin supervivientes y sin saber siquiera cuándo y dónde se produjo el vuelco de la embarcación, ese casco sin nombre no figurará en los datos oficiales de las pateras halladas frente a las costas valencianas.

Según fuentes de la Delegación del Gobierno de la Comunitat Valenciana, en lo que llevamos de año han llegado a la costa valenciana -todas ellas en Alicante- once pateras, frente a las 54 que se detectaron el pasado año 2018. Lo que supone un total de 65 embarcaciones en poco más de año y medio. Entre las cuales no figurarían aquellos cascos hundidos sin nombre ni apellidos.

Respecto al número de personas rescatadas la cifra asciende a 422 en el mismo periodo (2018 y lo que llevamos de 2019), según datos de migrantes atendidos por Cruz Roja en las 42 intervenciones realizadas. Concretamente, 346 rescatados durante el 2018, la mayoría hombres (de origen argelino y marroquí) excepto diez mujeres. Asimismo, 65 de ellos aseguraron ser menores. En lo que llevamos de año 76 personas procedentes de pateras localizadas en las costas valencianas han sido atendidas por los servicios de Cruz Roja. Entre ellas una mujer embarazada y 16 supuestos menores de edad, a falta de que las pruebas óseas lo confirmen.

Durante el pasado año 2018 un total de 56.480 personas migrantes llegaron al país por vía marítima, según datos de la Organización Mundial para las Migraciones. Dicho organismo sí que recoge el número de personas fallecidas o desaparecidas en su intento de llegar a España, 769 durante el 2018 y 204 en el primer semestre de 2019. No obstante, estas cifras también serían una estimación mínima. En muchas ocasiones los restos mortales tras el hundimiento de una patera son recuperados días, semanas o meses después de su deceso en ruta, mientras que otros cuerpos nunca son localizados.

Los rescatadores del mar

Una de las principales misiones de Salvamento Marítimo es la protección de la vida humana en la mar, de ahí que sean ángeles de la guarda de los migrantes que llegan a las costas valencianas. Desde la torre de control del edificio de Capitanía Marítima de València se coordinan los avistamientos y rescates de una área náutica de 32.000 kilómetros cuadrados y más de 500 kilómetros de costa. Para ello, cuentan con cuatro embarcaciones propias de 21 metros de eslora, distribuidas a unas 25 millas (Borriana, València, Xàbia y Alicante), el buque de salvamento Marta Mata y el helicóptero con base en Manises. Además, según aclara Antonio Padial, jefe del Centro de Salvamento Marítimo de València, «tenemos la capacidad de movilizar cualquier barco que esté cerca en caso de necesidad ya que la asistencia en el mar es obligatoria para cualquier patrón, en base al convenio internacional para la seguridad de la vida en la mar».

Durante el pasado año 2018 los equipos de Salvamento Marítimo de la Comunitat rescataron a un total de 84 migrantes a bordo de siete pateras, a las que se suman otras 32 personas en cuatro embarcaciones de fibra de vidrio localizadas en el mar entre mayo y agosto de 2019.

Aunque la llegada de pateras no es una cuestión estacional, «las situaciones de buen tiempo prolongadas son aprovechadas por las mafias para soltar al mar a grupos de entre cinco y 16 personas en embarcaciones precarias, asumiendo riesgos que en condiciones normales no asumirían», explica Padial. El tiempo estimado de supervivencia en el agua con una temperatura de unos quince grados es de seis horas, que se reduce a dos en caso de diez grados o a tan solo una hora con cinco grados centígrados. Con la temperatura actual del mar que baña las playas valencianas un día de verano el tiempo de supervivencia lo marca únicamente la condición física de la persona.

Esto explica la notable llegada durante estos últimos días de pateras a las costas alicantinas. La primera de ellas el pasado 4 de agosto fue localizada en la playa del Carabassí de Elx, con diez jóvenes de origen argelino a bordo. Un día después cuatro pateras arribaron a Torrevieja, Alicante y Pilar de la Horadada, con al menos 31 migrantes. Y el pasado martes otras dos embarcaciones fueron localizadas en el cabo de la Huerta de Alicante, con once ocupantes, y la cala de Ambolo de Xàbia.

Al parecer, un barco nodriza habría estado arriando dichas embarcaciones de forma continuada para colapsar los centros de internamiento de extranjeros de la zona. Fuentes de la Policía Nacional no quisieron aclarar el número de plazas actuales del CIE de València así como su ocupación, amparándose en que son datos reservados por cuestiones de seguridad. No obstante, en el caso alicantino los últimos migrantes detenidos tras su llegada han sido puestos en libertad por falta de plazas en el Centro de Internamiento de Extranjeros. Las mafias parecen conocer esta situación, de ahí que se concentren un gran número de pateras en pocos días.

De hecho, entre el 15 y el 22 de septiembre del pasado año un total de 59 personas fueron interceptadas en cinco pateras que llegaron a la costa alicantina. De igual modo, a finales de octubre la llegada de diez pateras en poco más de 24 horas se saldó con el rescate de 78 personas. Incluso en diciembre, gracias a las buenas condiciones climatológicas que se vivieron el pasado año, otras 68 personas llegaron a Benidorm, Calp, El Campello, La Vila Joiosa, Moraira y la isla de Tabarca en siete pateras.

Esta misma semana la embarcación de Salvamento Marítimo que estaba remolcando una de las pateras tuvo que cortar y dejarla allí a la deriva -eso sí marcada con un spray amarillo para saber que sus ocupantes ya han sido rescatados- para acudir a otro aviso de rescate de migrantes. «Se paralizó el remolque porque nuestra prioridad es la vida humana, salvar vidas independientemente de su origen o condición», destaca Antonio Padial. Hay otras que lamentablemente no pueden salvar. El viernes otro casco de patera hundida fue avistado a doce millas de Alicante. Una más de aquellas que solo aparecerán en el registro de la necrópolis del fondo marino.

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