«No se cerrará ni un aula más en las zonas rurales». Con esta contundencia ha afirmado la directora de la Agenda Valenciana Antidespoblamet, Jeanette Segarra, el compromiso firme por parte de la Consellería de Educación para no cerrar más escuelas situadas en municipios despoblados de la Comunitat. Una iniciativa que se enmarca dentro del plan del Consell para luchar contra la despoblación y que, según publicó ayer Levante-EMV, amenaza ya a 71 municipios que cuentan con menos de 8 habitantes por kilómetro cuadrado.
Para frenar el abandono de los pequeños municipios, Segarra declaró el firme posicionamiento del Consell para fomentar las escuelas rurales. «En la mayoría de ocasiones si se cierra una escuela se mata un pueblo, lo que provoca que mucha gente que se quiere quedar en su localidad se vea obligada a marcharse», señaló.
La responsable de la Agenda Valenciana contra la Despoblaicón incidió en que «es fundamental que se lleven a cabo medidas atractivas para que la gente se quede en el pueblo». Una de las medidas más importantes, según aseguró, es la de mejorar la conectividad. «Hoy en día tenemos muchas localidades por todo el territorio sin cobertura móvil o sin internet, que es algo fundamental hoy en día, eso no puede ser», señaló.
Precisamente la despoblación es uno de los ejes prioritarios del Consell durante esta legislatura, la propia Segarra afirmó que «hemos demostrado tener una gran sensibilidad con este tema agrupando a todas las consellerías para llevar a cabo un plan conjunto contra la despoblación en el territorio». En este sentido, declaró que «existe una dicotomía muy importante entre el interior y la costa en nuestro territorio. Son dos realidades completamente diferentes que merecen que se implemente medidas completamente distintas para que de verdad tengan efecto».
Parte de ese plan coordinado por Segarra consistía en la inversión de 71 millones para cajeros automáticos en 120 municipios afectados por la exclusión financiera. Un plan que la directora general aseguró tener cien por cien implantado a comienzos del mes de septiembre. Así, Segarra apuntó que «la realidad en muchos lugares es que algo tan simple como poder ir a sacar dinero un par de veces por semana a un cajero automático ha dejado de se posible para mucha población». Como medida complementaria, Segarra remarcó que «otro de los objetivos fundamentales en materia de despoblación es el de aumentar el número de farmacias de guardia en muchas localidades que no tienen este servicio tan básico».
El pasado 13 de julio, el presidente Puig asistió junto a la vicepresidenta Mónica Oltra a la segunda jornada del Seminari de Govern-Estiu 2019, en Montanejos, precisamente con el objetivo de estudiar la implantación de incentivos fiscales y económicos y medidas de acción territorial contra los efectos de la despoblación en las zonas rurales.
