«Gestionando hijos», el mayor evento de educación para madres y padres, llega el próximo 5 de octubre a València, concretamente al Palau de Congressos. En él, más de 1.200 personas podrán escuchar durante cinco horas siete ponencias de siete grandes expertos en educación. Hablamos con su director, Leo Farache, que será el encargado de presentarlo junto a Lucía Galán. Es, además, padre de tres hijos y autor de «Gestionando adolescentes» y «El arte de comunicar», recientemente publicado.

Después de 10 ediciones en Madrid y Barcelona, este año los eventos de «Gestionando hijos» llegan a cinco ciudades más, València entre ellas. ¿Qué significa para usted como director del proyecto?

Cada vez que hemos celebrado eventos en Madrid y Barcelona nos escribían muchas personas reclamándonos un «para cuándo Gestionando hijos en mi ciudad». Efectivamente, este año llegamos a muchas más ciudades y es un placer estar en València, una ciudad que nos encanta y que nos acoge con tanto cariño. Muchas personas nos escriben esta vez un «para cuándo en Badajoz, Málaga, Galicia, e incluso, alguno que pregunta para cuándo en Madrid».

Además, este evento en València lo organizan en colaboración con el diario Levante-EMV. ¿Qué le parece que un grupo de prensa regional esté tan comprometido con la educación?

Me parece que todos los lectores de cualquier publicación de Prensa Ibérica deberían estar orgullosos de su periódico y de su empresa editora. Apostar por la educación, ocuparse de la labor educativa de sus lectores apoyándoles con un evento como «Gestionando hijos» es una muestra inequívoca de un ambición por conectar con los ciudadanos, con sus inquietudes cotidianas y por divulgar ilusión e inspiración educativa para construir un mundo mejor.

¿Qué es lo que más le gusta de los eventos de «Gestionando hijos» y qué tres razones le daría a las madres y padres de València para que no se lo pierdan?

Lo que más me gusta es la emoción, la energía tan positiva que se respira. Hay una conexión entre escenario y público que se repite y agranda edición tras edición.

¿Tres razones para venir? En primer lugar, buenas y nuevas ideas. La labor más apasionante, la que nos va a trascender, es la educación que damos a nuestros hijos. Nuestros mensajes, cómo les ayudamos a desarrollarse. Venir a «Gestionando hijos» es tener la oportunidad de recoger buenas ideas para esa apasionante y, a veces, difícil labor educativa.

En segundo lugar, el chute de ilusión. Como todas las cosas que hacemos todos los días las damos por hechas, esto también nos pasa con nuestro papel de educadores de nuestros hijos.

Y, por último, el conocer. En València vamos a ser 1.200 personas en un maravilloso emplazamiento como es el Palau de Congressos. Los que vengan van a poder conocer a los ponentes y también a muchas madres y padres como ellos que también tienen ganas de ser unos buenos guías y acompañantes para sus hijos.

¿Cuál es el objetivo de «Gestionando hijos»?

Construir una mejor sociedad educativa a través del acto educativo más cotidiano y potente, el que se celebra en el hogar. Inspirar, formar, ilusionar, aumentar la conciencia educativa de madres y padres que quieren saber más para educar mejor.

¿Es más difícil ahora que antes educar a nuestros hijos?

Con seguridad es diferente. Entre otras, por cuatro razones. La incorporación de la mujer al trabajo limita el número de horas que los progenitores están con sus hijos y eso exige nuevas habilidades y un trabajo en equipo con el cónyuge, si lo hubiera.

Muchas personas tienen más conciencia de su papel de educadores, quieren hacerlo mejor y eso es una gran noticia siempre y cuando no se convierta en una obsesión. Nuestros hijos viven en un entorno diferente al nuestro condicionado por la tecnología, que propicia una nueva forma de relacionarse que nos resulta extraña, fomenta de forma preocupante adicciones y aumenta el número de trastornos que nuestros hijos tienen.

Sabemos más, mucho más. Sabemos más del cerebro de nuestros hijos, hemos descubierto la importancia de las emociones, la felicidad se ha convertido en el epicentro de nuestro objetivo vital. Y sabiendo más, tenemos muchas más posibilidades de educar mejor.

Es un apasionado e ilusionado de la educación, ¿cuáles son las principales claves de una buena educación para usted?

Ser un humilde aprendiz. Cada uno de nuestros hijas e hijos son diferentes. Cada uno de ellos nos abre la posibilidad de descubrirles, de disfrutarles y acompañarles en el inicio de su camino por la vida. Para ser un humilde aprendiz hay que ser permeable, estar dispuesto a escuchar. Escucharse a uno mismo, escuchar a nuestros hijos, a sus profesores.

Hace unos meses lanzaron la campaña «El mejor colegio del mundo». ¿Qué importancia tiene para alcanzar un mayor éxito educativo que las familias y los profesores colaboren y trabajen juntos?

Tiene mucha importancia, pues tiene un impacto positivo que cualquier lector puede ver en la página del equipo educativo. Que esa colaboración no ocurra tiene también importancia por su impacto negativo, porque no tiene sentido. Es una disfunción social de primer orden que cada uno de nosotros tiene la posibilidad de corregir. Tener socios en la educación de nuestros hijos debería ser motivo de orgullo y debemos aprovechar que la mayoría de madres, padres y profesores tienen el mismo objetivo: hacer que los hijos/alumnos contribuyan a que nuestro mundo sea un mundo mejor.