Veinte de los 56 médicos valencianos señalados en su día por la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (Apetp) por ofrecer en sus consultas privadas terapias sin base científica contrastada han decidido responder con querellas y llevar a los tribunales por un presunto delito de injurias y calumnias a uno de los vocales de la junta directiva de esta asociación, Fernando Cervera.
La querella, que en estos momentos está en la fase de diligencias previas, la presentaron este colectivo de médicos valencianos por entender que se estaba vulnerando su honor al incluir sus nombres en la lista que esta asociación presentó primero ante el Colegio de Médicos de València y, después, ante el consejo autonómico de colegios oficiales de las tres provincias para pedir que se abriera una investigación y se aplicara, en su caso, el código deontológico contra ellos. Desde la asociación -que está presentando batalla en varios frentes para intentar erradicar estas prácticas- entendían que las entidades colegiales debían imponer sanciones por ofrecer terapias como el tratamiento del cáncer con imanes o la terapia ortomolecular, todas sin aval científico y que ya han sido catalogadas como pseudoterapias por el Ministerio de Sanidad.
Ninguna de las acciones de la asociación produjo efecto, ya que ni el colegio valenciano ni el alicantino, que a finales del año pasado era el responsable de la presidencia autonómica, atendieron la petición argumentado que no se había encontrado «falta alguna al Código Deontológico», según respondió la institución valenciana
La Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas estuvo también detrás de la iniciativa que llevó el año pasado a la Universitat de València a reevaluar los cursos y másteres de postgrado que venía ofreciendo y a retirar ocho de ellos por incluir formación en pseudoterapias.
Segundo querellado
La querella presentada ahora contra este vocal de la asociación no ha venido sola. Este grupo de médicos valencianos ha presentado una querella similar contra el presidente de la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria, Aurelio Duque, por un escrito de posicionamiento de la entidad (que reúne a 1.700 médicos de familia) y por el que pedían mano dura contra las pseudoterapias, instando a las entidades con responsabilidades en la materia, como administraciones y colegios de médicos a adoptar medidas «de control, regulación, evaluación y sanción», contra aquellos profesionales e instituciones «que utilicen y promocionen las terapias sin evidencia científica demostrada».
Pedían además que los colegios médicos provinciales «rechazaran actividades relacionadas con las pseudoterapias», en alusión a la sección colegial de medicina integrativa que alberga el colegio de médicos valenciano, formada por profesionales que practican y ofrecen estas terapias en sus clínicas privadas.
El colegio oficial de médicos valenciano es uno de los pocos en toda España que alberga una sección de este tipo. Mientras, el Consejo General de Colegios de Médicos de España (el órgano de control nacional de estas instituciones) y el Observatorio contra las Pseudociencias de la Organización Médica Colegial, han venido criticando abiertamente estas terapias «carentes de base científica y que prometen a los enfermos la curación».
