La posibilidad que plantean diferentes «barones» territoriales socialistas, como los presidentes de Castilla-La Mancha y Aragón, Emiliano García-Page y Javier Lambán, y también algunos populares como el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, o el presidente del PP vasco, Alfonso Alonso, de sondear una abstención de las formaciones de derecha de cara a la futura investidura de Pedro Sánchez no cuenta con el apoyo del presidente de la Generalitat, Ximo Puig.

El dirigente valenciano asegura que el único Gobierno viable en estos momentos es el de coalición que han propuesto PSOE y Unidas Podemos. En su opinión, es el que mejor representa la mayoría de la Cámara tras las elecciones generales del pasado domingo. Puig alerta que de que no existe un plan b y ante la propuesta planteada «no digo que haya una adhesión inquebrantable», sino que lo razonable es que se facilite que haya un gobierno, y después cada uno que ejerza su papel, en el Ejecutivo o en la oposición.

El también líder de los socialistas valencianos afirma que únicamente se está en el plan A, que consiste en que inmediatamente después de las elecciones hay una propuesta de Gobierno viable, y alerta de que si se bloquea no habrá ni Ejecutivo ni oposición, lo cual altera la democracia. «No se trata tanto de que ERC o Ciudadanos participen en el Gobierno, sino de que faciliten el funcionamiento normal de las instituciones», avisa Puig, quien insiste en que no hay plan b, pues el PP ya ha dicho «por tierra, mar y aire, con total claridad, que jamás va a apoyar una investidura de Pedro Sánchez». Puig insiste en que las líneas rojas están marcadas desde el principio, y son la Constitución y el diálogo. «No se trata de ir más allá», añade y reitera que de lo que se trata es de ir por el itinerario más razonable para conseguir que haya un Gobierno, que es lo que necesita España.

Tiempo de desbloqueo

Puig recuerda que hasta el 3 de diciembre no se constituyen las Cortes Generales, por lo que hay tiempo para avanzar en el desbloqueo iniciado esta semana, y opina que hay que atender el clamor ciudadano y la necesidad institucional de España.

«Dentro de la ley, Constitución y diálogo van de la mano, y creo que todo se puede ir solucionando si hay buena voluntad y si no hay posiciones dogmáticas y de confrontación», manifiesta Puig, quien insiste en que la postura de Sánchez es respetar la Constitución y estar abierto al diálogo.

Preguntado sobre si habría que explorar la vía de Ciudadanos, el presidente señala que ese partido ha dicho por activa y por pasiva que no quería, y ha concluido que, en cualquier caso, lo único que se le pide es, como se le pide a ERC, que facilite que de alguna manera haya un Gobierno.

«Creo que no hay que dar muchísimas vueltas a esta situación: el único Gobierno viable en estos momentos es la propuesta que se ha puesto encima de la mesa».