El pasado miércoles estuvo en Orihuela con el comité de expertos que impulsa la Generalitat Valenciana y el Plan Ren-Hace para abordar la regeneración de la Vega Baja. Dígame qué similitudes ve con lo que ocurrió en Louisiana tras el huracán Katrina.
Son situaciones similares pero la principal diferencia es que la reacción aquí ha sido inmediata. Elogio la rapidez con que se ha actuado por parte de las autoridades. Apenas quedan restos del desastre y pasó hace tres meses. En este plan de regeneración están todas las partes involucradas, cuentan todos, expertos y afectados. Está todo el mundo buscando una solución.
¿Cuánto tiempo pasó desde las inundaciones en aquella zona de su país y las primeras actuaciones por parte de la administración estadounidense?
Se tardó de seis meses a un año en la recuperación de la normalidad, en gran parte por culpa de la descoordinación de las administraciones implicadas. En cuanto a la reconstrucción, se estuvo de año y medio a dos años. Por eso valoro cómo se ha actuado aquí.
Además de los daños materiales que origina una inundación, ¿hay más consecuencias?
Hay un fenómeno que se da y es que la gente se empieza a ir por miedo, lo que acaba provocando la despoblación de determinadas áreas. Aunque los únicos que pueden irse a zonas más seguras son los que tienen recursos, claro.
Usted dice que en la gran mayoría de inundaciones no se ha tenido en cuenta el curso del agua a la hora de acometer infraestructuras de comunicación y viviendas.
Es una mezcla de decisiones urbanísticas equivocadas. Además, en el caso de Louisiana a pesar del historial de inundaciones no había una regulación urbanística. Desastre tras desastre se seguían añadiendo construcciones y hormigón por donde se sabía que el agua volvería a correr. Se pueden poner muros más fuertes y más altos pero el agua no se frena.
En el caso de la Vega Baja, cuál es su recomendación.
El principal reto es sentarse a escuchar los problemas individuales y las soluciones que proponen desde las autoridades locales, los agricultores, los regantes...
Por lo que pudo ver en su visita. ¿Qué ha fallado y cuál es la solución para recuperar la zona?
No hay una única solución, ni una varita mágica, sino una multitud de pequeñas medidas para ir reduciendo el caudal del Segura a lo largo de la cuenca para que no se desborde en el último punto. La regeneración no se puede llevar adelante sin involucrar a los residentes.
Los expertos vaticinan que cada vez habrá más olas de calor
Es ridículo. La inacción del gobierno en esta materia es inaceptable. La política de la administración republicana (Donald Trump) contra el cambio climático está centrada en la adaptación, no en la mitigación. No está haciendo nada para reducir los gases de efecto invernadero.
