El personal interino que decida presentarse a las convocatorias de ofertas de empleo público de la Generalitat convocadas recientemente por la Conselleria de Justicia y Administraciones Públicas no tendrá facilidades específicas en la prueba teórica respecto a los aspirantes de fuera de la Generalitat.
El departamento que dirige Gabriela Bravo no ha hecho distingos y ha unificado los temarios de tal manera que el colectivo de interinos que aspira a convertirse en funcionario tendrá que superar la misma prueba que quienes accedan por el turno libre a las oposiciones. Solo una vez superada la fase de oposición, el personal interino podrá hacer valer su tiempo trabajado en la Administración para tener ventajas en caso de competir con un opositor u opositora sin experiencia laboral.
El Diario Oficial de la Generalitat del pasado día 27 de diciembre publicó una docena de órdenes correspondientes a las ofertas de empleo público de 2017, 2018 y 2019 en las que se convocan las pruebas selectivas para los diferentes cuerpos funcionariales y los correspondientes temarios sobre los que versarán los distintos exámenes. Las órdenes son conjuntas y engloban tanto las convocatorias de turno libre como el proceso de consolidación. Este último está pensado para los interinos, si bien no es de acceso restringido por lo que cualquier persona podría presentarse.
Las convocatorias son el pistoletazo de salida para unas oposiciones largamente esperadas y con las que el departamento de Bravo busca dos objetivos: dar entrada de savia nueva a la plantilla y reducir el alto índice de temporalidad. Sin embargo, el proceso podría acabar siendo pasto de las impugnaciones. UGT está estudiando tumbar las convocatorias al entender que se ha vulnerado el acuerdo alcanzado en 2018 entre sindicatos y la conselleria respecto a la estabilización de empleo temporal.
El sindicato indica que el compromiso, ratificado por pleno del Consell, estipulaba, entre otras cuestiones, que el «contenido de las pruebas guardará relación con los procedimientos, tareas y funciones habituales de los puestos de trabajo objeto de cada convocatoria, las cuales contemplarán necesariamente una reducción de parte del temario».
En opinión del sindicato, ni se ha producido en la práctica una reducción del temario ni está adaptado a los procedimientos y tareas del puesto.
Desde el sindicato se mantiene que con carácter general no está ajustado y critica unas pruebas basadas en el aprendizaje memorístico de leyes que en algunos casos nunca formará parte del trabajo de los futuros opositores. Se apunta, además, que los ejercicios entrañan dificultad para un colectivo de edad avanzada y que difícilmente tendrá tiempo de prepararse la materia y se acusa a la conselleria de no haber tenido voluntad de aplicar un acuerdo para reducir el nivel de dificultad de las pruebas a los interinos. UGT, además, avisa de que en procesos anteriores muy poca gente ha superado el primer ejercicio tipo test, por lo que ni si quiera ha sido posible generar bolsas de empleo.
Justicia lo niega
La conselleria, sin embargo, niega la mayor. Admite que las pruebas serán iguales para todos, pero defiende el esfuerzo realizado desde Función Pública para reducir los temarios y adecuarlo a las características del puesto al que se aspira.
Así, fuentes del departamento de Gabriela Bravo niegan la mayor. Mantienen que el acuerdo se ha respetado en todos sus términos y que el contenido del temario y el diseño de las pruebas guardan relación con las tareas habituales de los cuerpos.
Los temarios, asegura la conselleria, se han reducido. Así, indican que las pruebas para plazas de A1 pasan de 90 a 70 temas; las de A2, de 70 a 55; las de C1, de 40 a 32; las C2, de 30 a 24, y APF, de 20 a 15. Sostienen que la adaptación no se produce solo respecto al número, sino también en su contenido acotando legislación y eliminando normativa que no se consideraba importante.
