Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Nuevo escenario

La investidura sitúa al Consell en la mejor posición para lograr mejoras

La C. Valenciana es, a diferencia de 2018, el principal territorio gobernado por los socialistas y se da ahora además una alineación total entre el Ejecutivo de España y el del Botànic

Ximo Puig abraza a la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero

Desde las 14.30 de ayer, el futuro debe pintar mejor para la Comunitat Valenciana en cuanto al trato del Gobierno de España. Esta es la teoría, al menos, porque nunca en el pasado se había producido una coyuntura política tan favorable, con una composición del Ejecutivo central y autonómico tan pareja, con un partido valencianista respaldando a los ocupantes del Palacio de la Moncloa con un acuerdo escrito, con los dos presidentes hablando en la misma longitud de onda en las cuestiones trascendentales (Cataluña y el problema territorial) y con la C. Valenciana convertida en principal bastión del partido gobernante en España.

Las consecuencias se deberían notar. Esa es la teoría, al menos, y la agenda valenciana, tantos años encallada, debería empezar a traducirse en resultados prácticos. La lista es conocida: más inversiones (hasta el 10 % del total de España, según lo establecido en la última versión del Estatut d'Autonomia), mejoras en los recursos para el sostenimiento de los servicios públicos fundamentales que deberían acabar con un nuevo (y más justo) sistema de financiación autonómica, soluciones al lastre de la deuda acumulada por el déficit obligado y una mayor dotación del Gobierno para la atención a la dependencia. Son las grandes demandas, sobre las que deberían producirse avances.

ERC indica un camino difícil

Una de las claves para la superación de agravios será la duración de la legislatura. Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) dejó claro ayer en el Congreso que el camino que espera al Ejecutivo progresista no va a ser fácil. Es la principal amenaza. El jefe del Consell, Ximo Puig, que evidenció con su presencia en la Cámara la afinidad de criterios con Pedro Sánchez (otros barones socialistas hicieron lo contrario), remarcó la idea de que el socio de Gobierno es Unidas Podemos y que los de Oriol Junqueras son solo «facilitadores» de esta solución.

No es la primera ocasión que el Ejecutivo valenciano y el de España son del mismo color. Pasó en tiempos de Joan Lerma, Eduardo Zaplana y Alberto Fabra. Y sucedió en junio de 2018, cuando prosperó la moción de censura contra Mariano Rajoy y Sánchez lo relevó en la Moncloa.

Las novedades con respecto a ese último momento son que hoy la alineación entre ambos ejecutivos es completa (Unidas Podemos está en ambos), el principal socio en el Consell (Compromís) está implicado en la formación de Gobierno a través del acuerdo firmado con el PSOE y, además, la Comunitat Valenciana es el principal gobierno autonómico socialista, posición que hasta diciembre de 2018 ocupaba Andalucía.

Nunca se había dado un contexto tan favorable para las reivindicaciones valencianas. «Es un buen momento para la Comunitat Valenciana ahora que se podrán alinear políticas progresistas con el conjunto de España», afirmó Puig en el Congreso de los Diputados tras la votación en la que Sánchez fue investido presidente por 167 votos frente a 165 en contra. El nuevo Gobierno «será un aliado», agregó.

Este panorama propicio y de estabilidad (en teoría) debería tener también efectos en el funcionamiento del pacto del Botànic. Las aguas entre PSPV y Compromís (especialmente) deberían amansarse ahora que no se vislumbran convocatorias electorales en el corto plazo y los valencianistas han abrazado la solución Sánchez-Iglesias para el Gobierno de España.

Dependerá mucho de cómo vaya cumpliéndose el acuerdo firmado y la primera prueba de fuego serán los presupuestos del Estado de 2020. Lo dijo ayer en la tribuna el diputado de Compromís, Joan Baldoví: «Espero que algunas medidas estén ya en los próximos presupuestos».

La intervención del maestro de Sueca, en la que recomendó educación más que tila a los diputados de la derecha y los instó a aprender a perder, fue celebrada por los representantes del pacto progresista. Tras los abrazos de ayer, empieza la hora de que la teoría se convierta en práctica.

Compartir el artículo

stats