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"El medicamento no es milagroso, hace falta motivación"

El ministerio marca que los pacientes estén dentro de un programa de apoyo para poder acceder al protocolo

Fármacos, sí, pero hace falta algo más para conseguir dejar de fumar. Es la advertencia que hacen los especialistas en el área de deshabituación tabáquica. Según el Ministerio de Sanidad, de intentar dejar el hábito sin fármacos a hacerlo con ayuda de un medicamento, el índice de éxito se incrementa exponencialmente (de un 5 a un 30-40 %) pero hay que añadir más parámetros a la ecuación porque el fármaco, por sí solo, tampoco es una garantía absoluta. «El medicamento no es milagroso, hace falta motivación», recuerda Joan Antoni Ribera, coordinador del grupo de tabaquismo de la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria, Sovamfyc.

«Estamos hablando de hacer algo más que tomarse las pastillas. Hay que romper hábitos. Está claro que esto ayuda pero el elemento principal es la motivación», insiste el profesional. Desde el Ministerio de Sanidad también tienen claro la importancia de que la dispensación de fármacos vaya acompañada de una ayuda extra de ahí que la prescripción del Champix vaya unida a que el aspirante a exfumador esté incluido «en un programa de apoyo de deshabituación tabáquica ya sea individual o bien colectiva».

Apoyo en las consultas

Según Ribera, para los casos de adicción menos graves, este apoyo para romper el hábito del cigarrillo se hace en la propia consulta a través de un abordaje breve y de «pautas conductuales esquematizadas y muy sencillas» que proporcionan los propios médicos en consulta. Así, el protocolo diseñado por la Conselleria de Sanidad (con ayuda, entre otras sociedades científicas, de la Sovamfyc) marca tres niveles de intervención: breve, intensiva y especializada.

La primera es la que se dará en las consultas de los médicos de Familia ya que «se ha visto que aunque la visita sea corta -tenemos pocos minutos para ver a cada paciente- el protocolo que se ha adaptado es suficiente». El 85 % de los fumadores que intenten dejarlo visitando la consulta de su médico de Familia lo podrán hacer así, «en tres visitas cortas: la primera para evaluar y recetar la primera caja del tratamiento; la segunda al mes para certificar que se está haciendo correctamente y que se pasa al segundo mes y una tercera. Además hay dos visitas opcionales: una previa y una posterior», explica Ribera.

El otro 15 % de fumadores sí necesitarán de una intervención intensiva o especializada y serán remitidos a las unidades de conductas adictivas (UCA) de sus áreas de salud. Serán los casos de personas con otras adicciones «o que lo hayan intentado otras tres veces de forma supervisada o no y no lo hayan conseguido».

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