Los servicios de Urgencias de los hospitales valencianos están sufriendo su propia semana «horribilis» a causa del aumento de enfermedades respiratorias y complicaciones en pacientes crónicos y de avanzada edad a causa de las bajas temperaturas sostenidas. La muestra palpable, además del colapso que día sí y día también registran los servicios con decenas de pacientes en espera de poder acceder a una habitación en planta se puede ver en las cifras globales de personas atendidas. Así, por ejemplo en el hospital Universitario de La Fe el pasado domingo atendieron a 1.165 personas, el doble que los registrados en un día normal.

Son los datos aportados por los sindicatos Comisiones Obreras y USO que dan idea de lo que se está viviendo estos días en las urgencias de los grandes hospitales. En el mayor de la C. Valenciana, empezaron el año recibiendo a 501 personas el día 1. La presión asistencial fue aumentando durante los primeros días del año y, por ejemplo, el martes 7, primer día laborable y de colegio tras las vacaciones, el número de personas que fueron al hospital de Urgencias fueron 612 algo «esperable» según los profesionales.

Las cifras del pasado domingo día 12 de enero rompen, sin embargo, todas las estadísticas: 1.165 personas registradas de las que 142 tuvieron que ser ingresadas en el centro hospitalario. Un día «normal» de enero el número de pacientes ingresados oscila entre los 63 y los 80, lo que da idea del colapso del servicio.

Se explica, con este volumen de personas en Urgencias, que la mañana del lunes hubiera esperando a conseguir habitación hasta 40 personas, tal como publicó ayer este diario. El lunes por la tarde el número bajó a 18 personas. Ayer a la hora de la comida seguía habiendo 25 personas esperando cama en la planta de hospitalización y a última hora de la tarde había aún 15 personas sin habitación que como en días anteriores, se habían reubicado en otras estancias de la planta baja.

Los sindicatos, ante estas cifras, están demandando a la gerencia más personal y un plan para poder hacer frente a estos picos asistenciales que, de normal, no van a hacer más que crecer con la llegada de la epidemia de gripe que ya se ha declarado en el resto del territorio nacional aunque no así en la Comunitat Valenciana.

Medidas especiales

Por ahora, la Conselleria de Sanidad ya ha aprobado un presupuesto de 1.018.600 euros para contratar a 174 personas más para las semanas que vienen. La cifra, sin embargo, es «insuficiente» para los sindicatos: en La Fe, por ejemplo, está previsto que lleguen hoy a trabajar 8 profesionales más, «pocos» según los sindicatos a la vista de las cifras de pacientes.

Desde la gerencia se están tomando ya medidas como habilitar la sala de Endoscopias en la planta baja para reubicar a pacientes que ya no caben en Urgencias (que ayer también se utilizó) mientras esperan a tener cama libre y, de ser necesario, desde la administración sanitaria han asegurado que se recurrirá a medidas como duplicar y triplicar las habitaciones, es decir, meter a dos personas en algunas de las habitaciones individuales de La Fe que lo permiten y meter a tres en habitaciones normalmente ocupadas por dos, como a veces se ha tenido que hacer en el hospital Clínico.

La situación que está viviendo el servicio de La Fe se repite en el resto de hospitales. En el Clínico, por ejemplo, la presión asistencial fue ayer «alta» precisamente por enfermedades respiratorias y descompensaciones de crónicos y a las 14 aún había pacientes pendientes de ingresar tanto en la sala de preingreso como en observación «e ingresarán progresivamente a lo largo de la tarde», según fuentes de la Conselleria de Sanidad que evitaron dar, como en años anteriores, la cifra exacta de pacientes sin cama a la espera de una habitación. En los hospitales de Xàtiva y de la Ribera, como en el Clínico, habían abierto sus salas de preingreso «como paso intermedio» hasta tener habitación libre. tanto en uno como en otro había pacientes en espera de cama. La «elevada presión asistencial» se repetía ayer en el General de Valencia en el que, sin embargo, había «camas libres».

En el Arnau, a mediodía, «queda un paciente pendiente de asignar cama» y todos lo que estaban en urgencias «tienen cama adjudicada» y no se habían tenido que suspender «ni pruebas ni quirófano». En otros centros como el Doctor Peset, a mediodía no había pacientes en espera de camas, como tampoco en el de Gandia.