Ramón Sapiña ha vuelto a su vida normal, sin dolores, tras ofrecerse a formar parte de un proyecto pionero. El Hospital Universitario de la Ribera se ha convertido en el primer centro sanitario de España en implantar una prótesis impresa en 3D para sustituir el hueso escafoides fracturado de la muñeca. Ahora, Ramón, se recupera poco a poco de un proceso y una intervención de gran complejidad técnica y que ha requerido del uso de tecnología milimétrica. En palabras de la gerente del hospital, Liliana Fuster, «es un hito en la historia de la cirugía».

Ramón tiene cuarenta años y desde hace más de una década sufría una lesión del carpo en su mano izquierda, lo que le había hecho perder de manera progresiva la movilidad y fuerza de la muñeca. El doctor Luis Aguilella le dejó claro que la única solución a su problema era extirpar el hueso dañado y soldar el resto.

El paciente preguntó si existía la posibilidad de implantar una prótesis, a lo que el facultativo del Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica del hospital alcireño respondió que las existentes no habían dado los mejores resultados posibles. Acto seguido le planteó probar un nuevo prototipo. La contestación fue afirmativa.

«Sin este implante biónico, la lesión que padecía el paciente habría requerido soldar varios huesos del carpo -lo que se conoce como artrodesis-, hasta el punto de perder casi por completo la movilidad de la mano. Con este implante, sin embargo, hemos podido reemplazar el escafoides dañado para que, junto al resto de huesos, actúe en el movimiento de la muñeca, recuperando el uso cotidiano y natural de la articulación», detalló Aguilella ayer, durante la presentación de los resultados de esta pionera intervención.

El proyecto de planificación y reconstrucción de la prótesis ha sido desarrollado por la empresa española Avamed Synergy, cuyos ingenieros biomédicos han trabajado exhaustivamente junto al doctor Aguilella en el diseño de este complejo implante. La empresa Techfit DS ha realizado la impresión de titanio, de aproximadamente 3 centímetros, con las medidas exactas y milimétricas del escafoides lesionado, «de lo contrario el implante habría fracasado», afirmó Aguilella.

Acabado en espejo

Para ello, previamente a la cirugía, al paciente se le realizó un TAC de la mano sana con el objetivo de conocer el tamaño del escafoides. Una vez procesadas las imágenes se realizó una reconstrucción virtual en 3D desde la que se diseñó la prótesis a medida en titanio, con acabado en espejo y se fabricó mediante técnicas de reconstrucción tridimensional de alta precisión.

Para llevar a cabo el implante del diseño 3D ha sido necesaria una compleja cirugía de 2 horas, en la que, a través de 3 pequeñas incisiones en la muñeca del paciente, se ha extraído el escafoides dañado para, posteriormente, implantar la prótesis de titanio y estabilizarla con un injerto tendinoso.

Según Aguilella, «el sistema óseo de la mano es muy similar al funcionamiento de un reloj; si una de las piezas falla o no es exacta, no puede haber movilidad; de ahí la elevada dificultad técnica de este implante». «El éxito reside en que se ha conseguido que una prótesis, impresa con material biocompatible, funcione como un hueso más de la mano», añadió el doctor. «Antes tenía movilidad, pero cada cierto tiempo necesitaba antiinflamatorios. Ahora todo va muy bien», concluyó Ramón.