Hay quienes piensan que el nivel de alarma es superior a lo que sugieren las cifras de infectados y fallecidos.
La cuestión al inicio no son las cifras. De hecho, uno no sabe qué cifras va a haber. Lo relevante al inicio es que estamos ante un virus nuevo, un coronavirus no identificado y que, por lo tanto, no sabemos cómo se va a comportar. No sabemos si va a ser una transmisión muy rápida, muy importante, de persona a persona... Y, sobre todo, tampoco sabemos cuál es su capacidad letal. Para eso hay que tener pulso y sangre fría para ir trenzando esos fragmentos de información, y sobre eso ir avanzando en lo que son decisiones más proporcionadas.
La incertidumbre es grande...
Desde luego. Todo eso puede cambiar y volverse explosivo en unas horas. Y también entrar en fase de control... En fin, hay varios escenarios posibles. Así que hay que seguir en tensión la evolución de los acontecimientos. No hablo de la población, sino de la gente que trabaja en la respuesta epidémica. Desde luego, las medidas en China no tienen precedentes. Lo que está claro es que, de momento, ya tenemos que lamentar 130 muertos, que son siempre demasiados. Y ahí están muchas dificultades de personas en cuarentena, una movilización internacional extraordinaria, hospitales desplegando una enorme actividad, de profesionales sanitarios trabajando durísimamente? Ese coste ya está ahí. Pero, ya digo, todo empieza porque hay un coronavirus cuya evolución hay que vigilar, y nadie sabe con arreglo a qué modelo va a desarrollarse.
¿Cuándo podremos disponer de una idea más cabal de la dimensión real del problema?
Habrá que esperar de diez a catorce días, que es el periodo de incubación. A partir de ahí, veremos si la epidemia alcanza el pico y empieza a bajar el número de casos, y entramos en una fase con afectados e incluso con muertos, pero en un marco controlado. O si, por el contrario, nos encontramos con una situación más explosiva para la que hay que estar preparados.
¿China está actuando bien? En la crisis por el brote del SARS (2002-2003), el régimen recibió muchas críticas por su opacidad informativa
Sí, tenemos una colaboración extraordinaria. Nuestros equipos están trabajando allí sin ningún tipo de traba para acceder a información, a virus y a lo que necesitan. Están compartiendo todo con absoluta normalidad.
Iberia anuncia que suspende los vuelos a China. ¿Es acertado?
Cuando uno gestiona una epidemia es muy consciente del impacto sobre la economía, la movilidad de las personas, los negocios... Nuestro equipo de respuesta epidémica está poniendo a sus mejores expertos y todo el conocimiento para llevar adelante esta situación de la mejor manera posible.
