El niño es piloto o doctor, la niña azafata o enfermera. Aunque parezca de otra época, la reproducción de estereotipos de género sigue hoy vigente en nuestra sociedad, también en celebraciones a priori inocentes. Así lo aseguró ayer la Unión de Consumidores de la Comunitat Valenciana (UCE) en un informe al hilo de la próxima celebración de los Carnavales. En él, constata que «se sigue utilizando la imagen de la mujer, con disfraces provocativos y presentándola como un objeto sexual», sobre todo en las ventas a través de internet.

El informe ha comprobado en diferentes webs y tiendas de disfraces los modelos que se ofertan para la celebración de Carnavales y el abanico de precios de estos artículos. En particular, ha destacado la sexualización y el abuso de los roles de género en disfraces de oficios y profesiones, donde «podemos encontrar diferentes versiones de disfraces de enfermera, fontanera, bombera o piloto que nada tienen que ver con los uniformes de trabajo actuales que se utilizan realmente».

En los infantiles, «los niños pueden disfrazarse de astronauta, piloto o cirujano, mientras que las niñas se disfrazan de animadoras, azafatas o enfermeras, sin que exista la posibilidad, por ejemplo, del niño enfermero o la niña piloto». Además, la UCE advierte de que, en el caso de que exista el disfraz para ambos sexos, como el caso de cocinero, bombero o policía «la vestimenta femenina no se corresponde con el uniforme habitual y diario de esta profesión, estableciendo una diferencia por sexos en la vestimenta que no existe en la realidad». En concreto, advierte de que esta diferenciación por género es más notable incluso si se utiliza el sistema de búsqueda de las páginas web. «Desde las propias pestañas de las webs, tal vez con el objetivo de facilitar la búsqueda a los usuarios, ya de antemano discriminan y establecen la búsqueda por género, limitando la posibilidad de una elección amplia e igualitaria. Sobre todo cuando existen disfraces que por su propia confección son unisex, pero solo pueden encontrarse por búsqueda de un género».

A juicio de la Unión de Consumidores de la Comunidad Valenciana estos datos reflejan «la necesidad de hacer mayor hincapié en reclamar más implicación de los fabricantes y distribuidores de los disfraces». Además, remarca que «hay que tener en cuenta que la presentación de estos productos no se corresponde con la realidad actual y supone una tergiversación de la sociedad».

Recomendaciones

En su informe, la Unión de Consumidores de la Comunitat Valenciana también incluye la previsión de cuáles son los disfraces más demandados de este año y su abanico de precios. Los disfraces de superhéroes, Ladybug, Star Wars, Frozen, Harry Potter, o Fortnite, son los que cuentan con más demanda en la Comunitat.

Por otra parte, cuentan con un abanico de precios muy amplio, donde, en el caso de los adultos, podemos encontrar un disfraz de héroe con martillo por 19,90 euros hasta los 67,75 del disfraz de Flash. En el caso de los niños podemos encontrar desde un disfraz de maga por 9,9 euros hasta los 57,5 del disfraz de Saiyan de Dragonball. Estas diferencias de precio dependen a la confección y calidad de las telas y de si disponen de licencia oficial.

Desde la UCE recordaron es conveniente tener en cuenta que el precio del disfraz no se corresponde habitualmente con la imagen que se puede visualizar en la pantalla del ordenador, ya que no suele incluir muchos complementos. «Aunque lo indican en la parte inferior de la página en letra pequeña, debería presentar la información con mayor claridad al consumidor para no inducir a error». Además, señalaron desde la UCE, «sería deseable que el precio del producto correspondiera con la vestimenta y complementos que aparecen en la imagen del disfraz que visualiza el consumidor».