Gloria, la borrasca que azotó de forma inmisericorde el litoral mediterráneo a mediados de enero, dejó un rastro de destrucción en la costa valenciana que, en el caso de los clubes náuticos, tuvo un coste superior a los 3,2 millones de euros, según datos de la Asociación de Clubes Náuticos de la Comunitat Valenciana facilitados a este diario por el gerente del puerto deportivo de Calpe, Jordi Carrasco.
Fueron doce los clubes náuticos de la Comunitat Valenciana los que padecieron daños de consideración. Los dependientes de la Generalitat -diez en total- sufrieron desperfectos por un importe de 3.199.573 euros. Son los que están ubicados en Oliva, Denia, Xàbia, Benissa, la Vila Joiosa, la Torre Horadada, el Perelló, Torrevieja, Benidorm y Alicante Costa Blanca. Las otras dos instalaciones afectadas por el temporal son el Real Club Náutico de València y el Real Club de Regatas de Alicante, ambos dependientes de Puertos del Estado, en los que el coste de los perjuicios asciende a 75.450 euros.
Los citados 3,2 millones de euros corresponden a daños en las infraestructuras. Carrasco indicó que la mencionada asociación no dispone de datos concretos sobre efectos en embarcaciones de recreo, pero aventuró que no cabe hablar de cantidades elevadas porque la mayoría de esos barcos, ante la llegada del temporal, fueron trasladados a tierra o, en su caso, amarrados a puerto, por lo que solo algunas embarcaciones de valor relativamente reducido sufrió desperfectos.
Una de las infraestructuras que padeció las peores consecuencias fue el club náutico Les Bassetes de Benissa, dependiente de Calp. El gerente de este último indicó que el primero había quedado «muy dañado». De hecho, los costes de reparación se estima que alcanzarán los 800.000 euros. Además, se da la circunstancia de que esta instalación tiene la concesión vencida. Así que «o le dan una nueva concesión con un plazo razonable para amortizar la inversión o no es posible su explotación».
Colomer critica al Gobierno
Por otro lado, el secretario autonómico de Turisme de la Generalitat, Francesc Colomer, quiso dejar claro ayer que la recuperación de la fisonomía del litoral valenciano tras el temporal Gloria es «irrenunciable». A su juicio, «las cosas no se pueden dejar rotas, se tienen que reparar», y exigió a la Dirección General de Costas -dependiente del Ministerio de Transición Ecológica- que dé «garantías de defensa» de las playas, ya que «hace muchos años que no invierte al ritmo que toca», según informa Europa Press.
Colomer se pronunció en estos términos tras hacer balance de los datos turísticos de 2019, al ser preguntado por el debate generado en el seno del Consell sobre si reparar las infraestructuras marítimas que podrían destruir nuevos temporales y si espera que la reconstrucción de las playas pueda estar lista para la próxima temporada turística. Para el responsable de Turismo, «llegar puntuales con la cita con el turismo en Pascua y verano es un reto imprescindible».
