«El temporal Gloria ha provocado un auténtico desastre en las dunas y se ha llevado la mitad en la parte de barlovento, que es donde suele refugiarse el chorlitejo, así que aprovecharemos los restos depositados por la tormenta para regenerar y restaurar los cordones más afectados», señala Pablo Vera, de SEOBirdlife.

La propia limpieza de las playas supone un factor alterador de ecosistemas naturales que actúan como escudos frente a oleajes de gran intensidad, por lo que voluntarios retirarán de forma manual basuras y plantas exóticas. Entre las especies más afectadas por la marea ciclónica del pasado mes de enero están la Cymodocea nodosa y la Posidonia oceanica, plantas de las que el mar devolvió toneladas. Ahora muchos ayuntamientos en vez de depositarlas en vertederos están reutilizándolas en las propias dunas.

Un litoral en regresión

Con más de la mitad del litoral de la Comunitat Valenciana en regresión y un 14 % de la franja costera afectada por la inestabilidad, el Instituto de Ecología Litoral además viene advirtiendo desde hace tiempo en el peligro que comportan las obras de emergencia que acometen los ayuntamientos costeros con intereses turísticos, que suelen afectar a la flora y fauna.

También el Plan de Acción Territorial del Litoral alerta sobre el «deterioro» que se está produciendo en los fondos marinos «con la desaparición de especies que contribuyen a regular la arena a las playas, la reducción del aporte de sedimentos por la regulación de los cauces fluviales y el efecto barrera que para los flujos supone la urbanización de la costa». Y ahonda en la destrucción de los cordones dunares que ayudan al equilibrio del litoral.