El aplazamiento de las Fallas será un duro mazazo para restaurantes y hoteles, que en los últimos días ya empezaban a resentirse por el temor a la expansión del virus. Los hosteleros de la plaza del Ayuntamiento de València y de las calles de los aledaños constataron ayer, en declaraciones a Levante-EMV, que la irrupción del coronavirus ha provocado una caída generalizada en las ventas de bares, restaurantes y pastelerías. «Sobre todo el turismo extranjero está en nivel cero», decía el dueño de un restaurante que lamentó que el pasado domingo «cayeron las reservas un 30 %, y la tapa y la caña, del mediodía prácticamente no se está trabajando».

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Como prevención, los restauradores «estamos trabajando muy al día, otros años en estas fechas tienes el congelador y el almacén llenos, pero ahora no, vamos a ir día a día porque no nos podemos arriesgar a perder género fresco», contaba otra restauradora de la misma zona céntrica.

Para esta profesional, «se precisa un descenso de público del 20 % en la mascletà y también en nuestra clientela, solo vienen los valencianos, porque los extranjeros, en particular los italianos, han cancelado o se han quedado en casa». «Teníamos muchas reservas por el partido del Atalanta y nos llamó mucha gente desde Italia para cancelar», añade esta mujer. Respecto a ambiente en la calle, «no se ven esas riadas de personas de otros años, hay más tranquilidad que en la vida, y de hecho, se dan circunstancias sorprendentes como que unos clientes nos contaron que habían llegado a la plaza a las dos menos diez y habían visto la mascletà sin problemas, cuando otros años, no se podía entrar ni siquiera al restaurante por el corte de la policía local».

El Mercado Central, el denominado templo valenciano del producto fresco, edificio modernista declarado Monumento Histórico Artístico Nacional, es visita obligada para los miles de turistas que viajan a València en cualquier fecha del año, presenta estos días previos a las Fallas una imagen inusual con sus pasillos, de normal abarrotados de clientes y turistas, más desangelados que nunca.

«Se ha notado el bajón»

Aunque mantiene su actividad normal, la afluencia de público, tanto de turistas como de clientes, se ha visto considerablemente reducida. «Se ha notado el bajón», apuntan fuentes del Mercado Central, que constatan, por otro lado, un repunte de las compras a domicilio. Las visitas de turistas al Mercado Central también se han visto reducidas. Trabajadores de la Asociación de Guías Turísticos de la Comunitat Valenciana señalaron ayer a este diario una caída de entre el 70 y 80 % de las visitas.

Durante los cinco días grandes aumenta un 41 % el turismo y la media de visitantes diarios que recibe roza el millón de personas, de los que nueve de cada diez son nacionales. En 2019 fueron 931.639 visitantes, con un 92,83 % proveniente de diez países, con Italia a la cabeza. Las reservas hoteleras en esta fechas ya se han reducido «un 15 o un 20 por ciento» de media respecto al año pasado.

El presidente de la patronal autonómica CEV, Salvador Navarro, planteará al Ministerio de Trabajo, tras reunirse con los sectores afectados, la posibilidad de que se adopten medidas específicas para afrontar la situación coyuntural creada por el aplazamiento de las Fallas y la Magdalena.

Navarro manifestaba, en declaraciones a la agencia Efe, que se reunirá con representantes de los hosteleros, los hoteles y las agencias de viajes, y también con la distribución alimentaria -por el mayor consumo de comida y bebida en bares, restaurantes y casales durante las Fallas- para tratar sobre el impacto de la decisión y las posibles medidas, así como sobre las previsiones de contratación.