Albalat dels Tarongers celebró ayer un pleno extraordinario realmente atípico. En medio del estado de alarma ante el coronavirus, la sesión se celebró bajo las más estrictas medidas de seguridad para los concejales y la secretaria, que asistieron con mascarillas para aprobar los presupuestos municipales de 2020.

La sesión fue a puerta cerrada y los ediles mantuvieron un metro y medio de distancia entre ellos. En cada asiento tenían una mascarilla y unos guantes para su uso, los bolígrafos eran nuevos o cada uno lo aportó de casa. Además, el salón de plenos estaba desinfectado para la ocasión; todo, para evitar exponer a los asistentes a cualquier riesgo relacionado con el COVID-19.

La alcaldesa, la socialista Maite Pérez, justificaba la realización del pleno a la «necesidad» imperante de aprobar las cuentas para evitar paralizar el municipio. «Yo soy la primera que no tenía ninguna intención de celebrarlo, pero los técnicos nos explicaron la urgencia de hacerlo, por lo que hemos puesto todas las medidas de seguridad posibles para no correr riesgos», explicaba.

Aunque la alcaldesa explicó previamente la situación a sus compañeros de corporación y les recordó que la asistencia a los plenos no era obligatoria, todos confirmaron su presencia si bien al final una edil del PP no pudo acudir «por motivos laborales».

La alcaldesa resaltó a Levante-EMV que en todo momento ha recibido el apoyo de los dos grupos de la oposición, PP y Ciudadanos, a las decisiones que se han tomado por parte del ayuntamiento para prevenir el contagio y la expansión del coronavirus, e incluso en la celebración de este pleno; una sesión extraordinaria que, como recordaba la socialista, está convocada desde el pasado 3 de marzo, mucho antes de que se decretase el estado de alarma.

Sesión «exprés»

La intención de Pérez y la del resto de ediles era no prolongar la sesión mas allá de lo necesario pues el debate y las posturas de cada grupo ya se dieron a conocer en la comisión preceptiva celebrada semanas antes.

Así, en cuestión de minutos, Albalat aprobó finalmente su presupuesto con los votos del gobierno local, que conforman el PSOE y la agrupación de las urbanizaciones, el apoyo del PP y el edil de Compromís, así como el pronunciamiento en contra de Cs. Se trata de unas cuentas que ascienden a 2.696.431 euros, una cantidad que supone un incremento del 53% respecto al del año anterior, que se situó en 1.286.950 euros. El motivo de este fuerte aumento son las inversiones previstas para la construcción del nuevo colegio y el arreglo de una zona de la piscina gracias a fondos de la Diputación de Valencia (IFS).