Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un paréntesis tras 1.900 días de culto permanente

La capilla de la adoración perpétua de Alzira cierra por primera vez en época no estival desde que abrió en 2014

La pandemia del coronavirus y la declaración del estado de alarma han obligado a trasladar las manifestaciones de culto al ámbito más íntimo, incluso en la capilla de adoración eucarística perpétua que la comunidad católica de Alzira abrió en la parroquia de San Juan en noviembre del año 2014 y que, por primera vez sin contar un par de veranos en que de forma puntual se cerró en agosto -mes de vacaciones por excelencia en el que la ciudad se vacía-, se ha visto obligada a interrumpir los turnos de los voluntarios que hora a hora, desde hace casi 1.950 días, mantienen viva la llama de la fe.

Más de 250 voluntarios contribuyen a que este lugar de culto permanente mantenga las puertas abiertas para que cualquier persona pueda acudir a rezar desde que fue inaugurado el 23 de noviembre de 2014 por el cardenal arzobispo de València, Antonio Cañizares. Están organizados en cuatro grupos -mañana, tarde, noche y madrugada- y cada adorador realiza turnos de una hora a la semana. La declaración del estado de alarma y la prohibición de salir a la calle si no es absolutamente necesario provocó que el domingo día 15 se cerrara la capilla de forma extraordinaria. «Nunca antes se había cerrado por ningún motivo, salvo los últimos dos años en el mes de agosto, pero entre las excepciones que permiten salir a la calle no figura ésta y el Arzobispado y los adoradores decidimos cerrarla», comenta Mª Carmen Rojo, una de las coordinadoras de la capilla de adoración eucarística perpétua de Alzira, mientras apunta que «cada uno puede seguir rezando desde casa».

Ésta fue la segunda capilla de culto permanente de la diócesis de València, tras la que se había abierto dos años antes (2012) en la capital, si bien con posterioridad se han habilitado otras en localidades como Gandia. El estado de alarma también ha provocado que se cierren las iglesias y algunas parroquias de Alzira como la de Santa Catalina retransmiten las misas por Facebook.

Compartir el artículo

stats