El ministro de Sanidad, Salvador Illa, avanzó ayer que el Instituto de Salud Carlos III verificará las pruebas de detección rápida que España ha comprado a China antes de distribuirlas entre las comunidades autónomas. Ayer mismo aterrizó en la base aérea de Torrejón de Ardoz un avión procedente de Shanghái con cerca de 14 toneladas de material sanitario, incluido un millón de test de diagnóstico rápido.

El ministro anunció en la rueda de prensa matutina que ese material se comprobará y verificará antes de entregar y poner a disposición a las comunidades autónomas, así como que se elaborará una guía del uso del mismo. El responsable de Sanidad insistió en que el Gobierno está controlando la situación creada por la pandemia, defendiéndose así de las críticas por la devolución de un lote de 58.000 pruebas rápidas por incumplir los estándares de calidad. El equipamiento fue comprado a través de un intermediario español que el Ejecutivo no ha desvelado, con el que se acordó la compra de 640.000 test rápidos. Asimismo, Illa aseguró que España está entre los países donde se realizan más test ordinarios de diagnóstico, ya que se hacen entre los 15.000 y 20.000 al día, lo que suma unos 355.000 hasta ahora.

Ya por la tarde, la ministra de Defensa, Margarita Robles, confirmó el aterrizaje del avión militar A400M en Torrejón de Ardoz tras un vuelo de casi 20 horas desde Shangái. Sanidad ya avanzó que estos test se destinarán primero a personal sanitario y para los colectivos más vulnerables.